2 de agosto: terminamos los recursos de la Tierra para este año Copiar al portapapeles

La tendencia es muy clara, cada año el día en que entramos en deuda con el planeta llega antes. Este 2023 el Día de Sobrecapacidad de la Tierra es el 2 de agosto.

Esta fecha simbólica marca el momento en que hemos consumido los recursos que nuestro planeta es capaz de producir en un año. A partir de este momento comenzamos una deuda con el planeta que se acumula año con año.

Un planeta donde se consume más de lo que se produce

Global Footprint Network es la institución que calcula esta fecha. Cada año ocurre en una fecha diferente, de acuerdo a los cálculos sobre la capacidad de regeneración de recursos de nuestro planeta. Se trata de una analogía financiera, en el Día de Sobrecapacidad de la Tierra agotamos nuestro saldo, a partir de este momento comenzamos a endeudarnos.

Global Footprint Network ofrece a los funcionarios e instituciones herramientas para que la economía humana no supere los límites ecológicos del planeta. Para hacer sus cálculos toma dos parámetros como referencia: la capacidad de regeneración biológica (biocapacidad) y la demanda humana de recursos (huella ecológica).

Para satisfacer la demanda humana de recursos son necesarios 1.75 planetas. Sin embargo, tenemos únicamente uno. No todos los países consumen al mismo ritmo.

Un ejemplo de alta demanda de recursos es Katar, ahí se consume 9 veces la capacidad de producción de su territorio. En contraste, Jamaica consume poco menos de su capacidad de producción.

Entre los cálculos que hace Global Footprint Network está la fecha en que cada país ha llegado a su límite de consumo de recursos. El primero en la lista es Katar, que el 10 de febrero tuvo su día de sobrecapacidad. El de Jamaica llegará el 20 de diciembre.

México se encuentra cerca del promedio. La fecha estimada para que nuestro país alcance el límite de los recursos que es capaz de producir este año es el 31 de agosto. Los últimos en llegar a su fecha de sobrecapacidad son Irak, Cuba, Indonesia, Ecuador y Jamaica.

Antes de entrar en pánico

El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) advierte sobre los riesgos de la “ecoansiedad”. Ante este tipo de noticias muchas personas podrían sentirse paralizadas. Por el contrario, la sugerencia es tomar acción para evitar que el consumo desmedido de recursos continúe.

Algunas sugerencias parecerán muy simples pero ayudan a la conservación del planeta. Por ejemplo, el consumo de alimentos locales disminuye el uso de combustibles para su transporte, además, se requiere menos consumo energético para conservarlos.

El plástico es un material que usamos en todo momento. Su uso puede durar unos minutos, como las bolsas del supermercado, sin embargo, tardan cientos de años en descomponerse. Siempre que tengas otra alternativa al plástico (de mayor duración o menor tiempo de descomposición), úsala. Un ejemplo son las bolsas de tela que tardan entre 20 y 200 años en descomponerse; si compras una en cada visita al supermercado no habrá ningún ahorro porque sigues generando basura.

Una de las grandes discusiones ecológicas es si las pequeñas acciones realmente tienen algún impacto. Quizá los hábitos de consumo de una persona no disminuyan el deterioro ambiental que producen las grandes empresas pero mientras más personas tomen acción el efecto será mayor.

Ante el agotamiento de los recursos del planeta tenemos dos opciones: permitir que siga avanzando o buscar la forma de frenarlo, así parezca imposible. Este Día de Sobrecapacidad de la Tierra nos recuerda que nuestra deuda con el planeta sigue creciendo y no sabemos cuánto podrá soportar.