2019 ha sido un año difícil para el Amazonas, los incendios continúan Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
22 agosto, 2019
En los últimos días las redes sociales han estallado por la indignación ante los incendios en el Amazonas. Tanto el río como la selva amazónica son de vital importancia para el ya bastante lastimado planeta Tierra. Aunque se difunden imágenes de las últimas semanas, el problema va más allá. Cada año las quemas clandestinas destruyen parte de la selva, en los últimos años se había logrado reducir pero este está retomando fuerza.
Señales de humo
El lunes pasado Sao Paulo recibió la noche dos horas antes de lo esperado. La razón fue el humo que provenía de incendios forestales en la selva amazónica. Se cree que provenían de Paraguay, donde también la selva está ardiendo. Se trata de un problema regional; sin embargo, Brasil es el país más afectado en cuanto a cantidad de incendios e intensidad.
No se trata de un único incendio. Habitualmente se realizan quemas, muchas veces clandestinas, con el fin de utilizar la tierra para ganadería o agricultura. Una vez que la selva se ha quemado, el terreno está libre para criar reses o disponible para cultivos como la soja, que ha crecido rápidamente en los últimos años. Desde la entrada del actual presidente brasileño: Jair Bolsonaro, se ha señalado un aumento en estas quemas.
En lo que va del año el Instituto Nacional de Investigaciones Especiales de Brasil (INPE, por sus siglas en Portugués) ha reportado más de 72 mil incendios. Respecto al año pasado hay un incremento del 83%. La respuesta oficial no ha sido satisfactoria. El presidente brasileño acusa en declaraciones recientes a las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) de provocar los incendios como medio de presión.
En un inicio el gobierno brasileño desestimó la magnitud de los incendios. Ante los datos sobre incendios en su periodo de gobierno el presidente Bolsonaro lo justificó como parte de la “temporada de la queimada”. En ese momento los agricultores queman sus terrenos para despejarlos y dar paso al siguiente periodo de siembra, pero el asunto es mucho más grave que un grupo de agricultores limpiando sus terrenos.
Distintas ONGs han denunciado el aumento de las quemas forestales durante el gobierno de Bolsonaro. Fuera de buscar un diálogo, el presidente ha optado por la confrontación. “Solían llamarme Capitán Motosierra. Ahora soy Nerón, incendiando el Amazonas”, fue un afrase que la agencia Reuters difundió y se ha dispersado en distintos medios. Aunado a esto ha culpado, sin pruebas, a los activistas por provocar los incendios como venganza por reducir los fondos públicos que se les otorgaban. Las confrontaciones no se quedan entre el presidente y organizaciones ajenas, sino que van adentro del estado brasileño.
El mes de agosto comenzó con el despido del director del INPE: Ricardo Galvao. El presidente Bolsonaro lo acusó de mentir en los reportes sobre la deforestación amazónica. Los datos de la institución han sido confirmados por otras como la Academia de Ciencias de Brasil y se les adjudica un 95% de precisión pero no es suficiente para el gobernante brasileño. Ante el cambio en la dirección del INPE Bolsonaro comentó que habrá nuevas estadísticas. “Estoy esperando la próxima que no será inventada. Si son alarmantes, los reconoceré frente a ustedes”, agregó.
Este año no hay nada particular en el clima de la región amazónica. Alberto Setzer, investigador del INPE, menciona que no hay condiciones especiales que fomenten una mayor cantidad de incendios este año. “No hay nada raro en el clima este año ni en los niveles de lluvia en la región amazónica, que sólo está un poco por debajo del promedio. La estación seca crea las condiciones favorables para la propagación del fuego, pero su inicio es obra de los humanos, ya sea deliberadamente o por accidente”.
El Amazonas es un territorio valioso en muchos sentidos. Para el planeta Tierra representa uno los espacios verdes más importantes, prioritario para evitar que el cambio climático siga creciendo aceleradamente. Para la industria ganadera y agrícola es un gran negocio. El gobierno actual de Brasil fuera de detener los incendios, se ha detenido en defensa y acusaciones personales en torno al presidente actual. Mientras tanto las señales de humo siguen llegando, para algunos se traducen en un SOS y para otros en oportunidades de negocio.