Proponen a estrella similar a nuestro Sol para buscar el origen de la Señal Wow! Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
25 mayo, 2022
Wow fue el nombre que dió Jerry Ehman a una señal muy elaborada que encontró en 1977. En los últimos años se han aprovechado los avances tecnológicos para mapeo del cielo en busca del posible origen de esa señal.
En un artículo publicado el 6 de mayo de este año en la revista científica International Journal of Astrobiology, Alberto Caballero, un astrónomo amateur, propone una estrella similar a nuestro Sol en la constelación de Sagitario.
Una señal prometedora
A las 3:16, hora de Greenwich, del 15 de agosto de 1977, Ehman encontró una señal que duró 72 segundos. La estructura del mensaje parecía tan elaborada que la primera palabra que le vino a la mente fue Wow!, Así la llamó. Por mucho tiempo el programa de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI, por su nombre en inglés), ha buscado algo que parezca un mensaje de alguna civilización fuera de nuestro mundo. Hasta ahora, esta es la señal más prometedora, aunque no hay forma de confirmar que así sea.
Caballero se propuso rastrear a las estrellas más parecidas a nuestro Sol. Que la vida exista en muchas otras formas a las que conocemos es posible pero es más probable que reconozcamos la que existen en entornos similares al nuestro. Para hacer su búsqueda se basó en el archivo de la misión Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA). Encontró 66 candidatas entre las estrellas de tipo G y K.
El análisis indica que el lugar más adecuado para buscar el origen de la señal es en los alrededores de 2MASS 19281982-2640123. Además explica sus motivos para considerarla la única opción razonable. Dos de las candidatas tienen un error de intervalo en la luminosidad en los datos proporcionados por Gaia, estos incluyen la luminosidad del Sol. Hay otros 14 candidatos que se consideran estrellas similares al Sol pero no se tienen estimaciones sobre su luminosidad.
La señal Wow! Apareció durante una búsqueda para el SETI desde el telescopio Gran Oído (Big Ear) de la Universidad Estatal de Ohio. Ehman la describe como "increíblemente fuerte pero muy breve", a propósito del aniversario 30 de su descubrimiento. Durante su periodo en funciones, el Big Ear rastreo señales electromagnéticas en la banda de 1420.4056. Esta banda se origina en el hidrógeno, que es el elemento más común en el universo, por lo que en su momento parecía una buena idea buscar ahí.
"Dado que el hidrógeno es el elemento más abundante en el universo, hay buena lógica en adivinar que una civilización inteligente dentro de nuestra galaxia de la Vía Láctea deseosa de atraer la atención a sí misma podría transmitir una señal de baliza de banda estrecha fuerte en o cerca de la frecuencia de la línea de hidrógeno neutro", explicó Ehman en el reporte de aniversario de la señal.
La señal original fue única. Aunque se ha buscado en la misma región, hasta ahora no se tiene registro de ninguna similar. Por esto se cree que la señal debió tener un origen natural y no se trata de un mensaje de una civilización avanzada en otro planeta. Entre las hipótesis que se han barajado está la de un cometa que pasaba y produjo la señal, por dar un ejemplo.
Así como en distintas ocasiones hemos enviado mensajes al espacio, es probable que otros también lo hayan hecho desde otros puntos del universo. Mensajes como el que envió Arecibo al cúmulo globular de estrellas M13 en 1974 tienen el objetivo de decirle a otras civilizaciones inteligentes que aquí estamos.
La señal Wow! Bien podría ser algo parecido pero hasta ahora no tenemos forma de confirmarlo. Quizá la respuesta permanezca oculta por mucho tiempo en la constelación de Sagitario.