Una nueva ráfaga de radio rápida abre nuevas posibilidades para explicar el universo Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
13 junio, 2022
Las Ráfagas Rápidas de Radio (FRB) fueron descubiertas en 2007, suelen ser eventos fugaces. En 2016 apareció una que se repetía, por algunos años se le consideró única, hasta ahora. Nuevamente se ha detectado una FRB que se repite, proviene de una galaxia enana ubicada a 3 mil millones de años luz.
Para estudiarla se recurrió al radiotelescopio esférico de quinientos metros de apertura (FAST, de origen chino), y el Conjunto Muy Grande Jansky (JVLA, de origen estadounidense). Su presencia abre nuevas dudas sobre la forma en que se clasifica a las FRB.
Una señal que no se apaga
El 20 de mayo de 2019 se detectó a FRB 190520. Se realizaron observaciones sobre este objeto entre abril y septiembre de 2020, en total se detectaron 75 estallidos en 18.5 horas. Esto se hizo desde el FAST en la provincia de Guizhou en China. Durante la segunda mitad de 2020 se recurrió al JVLA en Nuevo México, Estados Unidos. Durante 16 horas de observación se detectaron otros estallidos en las bandas de 1.5, 3 y 5.5 Gigahertz.
Al comparar las dos FRBs que se conocen aparecen algunas similitudes y diferencias. FRB 121102 fue la primera en ser descubierta. Aunque ambas provienen de galaxias enanas, el entorno al que pertenecen es distinto. Se sospecha que FRB 190520 es joven y eso le hace distinta a su predecesora. Aún es pronto para dar una explicación definitiva aunque ya se barajan algunas opciones.
Las ráfagas rápidas de radio son estallidos de ondas de radio que duran milisegundos o fracciones de estos mismos. Se originan en procesos astrofísicos que liberan grandes cantidades de energía pero no se sabe mucho de ellos por ahora. Algo que llama la atención sobre esta nueva FRB es su medida de dispersión.
La medida de dispersión permite analizar el medio intergaláctico en que viajaron las señales de radio. “La señal de radio se dispersa por los electrones intergalácticos”, de acuerdo con Di Li, del Observatorio Nacional Astronómico de la Academia China de Ciencias y quien dirigió la investigación. Agrega que “esta dispersión produce un ‘chirrido’ en la señal de la ráfaga, es decir, el retraso en la llegada de sus frecuencias más bajas.
Midiendo el nivel de retardo, se puede estimar la densidad de electrones intergalácticos, proporcionando así una referencia de este importante componente de la materia cósmica”, así lo explicó a la agencia noticiosa Sinc.
Al analizar los datos que se tienen sobre FRB 190520 se ha notado que es distinta a otras FRB, se le califica incluso de “extremo”. “El 80 % de su medida de dispersión puede atribuirse a la propia fuente de la FRB, no a los electrones intergalácticos. Este porcentaje es el mayor conocido entre todos los FRB que cuentan con este tipo de medidas”, aclara Di Li. Ante estos resultados surge la duda de si se está estudiando adecuadamente a las FRB para comprender el medio intergaláctico. También se cuestiona si la forma en que se usa la medida de dispersión es precisa.
Ahora que se conocen dos ráfagas rápidas de radio constantes surgen nuevas dudas sobre ellas. Hasta hace unos años se conocían únicamente a las que aparecen una vez y no regresan. En 2016 apareció FRB 121102 para sembrar dudas en los astrónomos.
Ahora tenemos una nueva FRB que confirma que es posible que haya más de este tipo que aparecen con regularidad. FRB 190520 es la única que se conoce que se mantiene activa, esto quiere decir que no se ha apagado. ¿Las FRBs jóvenes son así? ¿Se trata de una clase extrema de supernova? ¿Será acaso un agujero negro deborando a una estrella? No lo sabemos por ahora. La comunidad astronómica tiene mucho que indagar sobre las FRBs.
FUENTE: Nature