Proponen en Japón un sistema que produce energía eléctrica a partir del mar Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
22 junio, 2022
Actualmente se exploran distintas formas de obtener energía eléctrica. Las fuentes de energía limpia son ya una realidad y desde distintos puntos del planeta aparecen nuevas alternativas.
Desde Japón, aparece una propuesta que aprovecha uno de los mayores recursos de aquella nación: el océano. Kairyu es un prototipo de turbina que genera energía a partir de las corrientes marinas.
Energía inagotable para una isla
Entre las opciones más conocidas para obtener energía limpia tenemos a los paneles solares o las turbinas de viento. Estos han dado buenos resultados en otras partes del mundo, no sin algunos inconvenientes. Tanto la exposición al sol como el flujo de viento son variables. Por otro lado, las corrientes marinas están activas casi de forma permanente. Esto hace que los desarrolladores del proyecto de turbina marina la consideren a su fuente como “inagotable”.
Recientemente se anunció que Kairyu concluyó su periodo de prueba, este duró tres años y medio. Las corrientes marinas son una fuente poco usada en la generación de energía eléctrica. Uno de los retos para los desarrolladores de este proyecto fue crear un dispositivo que resistiera la fuerza de las corrientes en la costa japonesa.
En esta primera etapa se probó el prototipo con una potencia baja. En sus primeros años de existencia Kairyu produjo 100 kilovatios de forma constante. En la siguiente etapa se buscará una producción mayor. Ahora sigue una ampliación en su estructura con el objetivo de alcanzar los 2 megavatios de energía. Este nuevo dispositivo tendrá un peso de 330 toneladas.
Kairyu es el resultado del trabajo conjunto de distintas empresas. En 2017 el proyecto comenzó con IHI Corporation y New Energy and Industrial Technology Development Organization (NEDO). La proyección actual es que para 2030 ya exista una versión funcional de este prototipo.
El nombre de Kairyu significa “corriente marina” en japonés. Actualmente tiene una estructura de 20 metros de largo. Tiene un par de cilindros a los costados, cada uno de ellos tiene un sistema de generación de energía conectado a una turbina de 11 metros de largo. Para mantenerse en el fondo marino cuenta con un ancla y un cable de alimentación que transporta la energía generada hacia tierra firme. El diseño está pensado para subir o bajar en busca de las mejores condiciones para atrapar las corrientes marinas.
Idealmente Kairyu flota 50 metros por debajo del nivel del mar. Mientras se dirige a la superficie se crea la resistencia que mueve las turbinas. Las aspas giran en dirección opuesta, lo que facilita que el dispositivo se estabilice. Además, cuenta con una serie de sensores de posición.
El lugar en que seguirán las pruebas de Kairyu es la corriente de Kuroshio. Esta pasa por las costas japonesas en dirección noroeste. Su velocidad es de entre 1 y 1.5 metros por segundo. Los desarrolladores calculan que si se usa eficientemente esta corriente sería capaz de producir 200 gigavatios, que equivalen al 60% del consumo eléctrico actual de Japón.
La generación de energía en Japón depende fuertemente de los combustibles fósiles extranjeros. Esta nación importa el 99% de petróleo crudo y 98% del gas natural que consume. Aunque cuenta con centrales nucleares, el accidente de Fukushima en 2011 ha vuelto impopular esta fuente de energía y actualmente representa apenas el 4% de su consumo energético total.
Ya existen alternativas de generación energética en Japón; sin embargo, las posibilidades de esta nación son limitadas. Al ser un archipiélago montañoso, la instalación de dispositivos como turbinas de viento o paneles solares no es una alternativa de gran alcance. Lo que sí tiene en gran cantidad son costas y esto es lo que se busca aprovechar con Kairyu.
Los retos para convertirlo en una realidad son muchos. El control de un dispositivo sumergido en una región acostumbrada a la presencia de tifones no es algo sencillo; sin embargo, ya se tienen algunos avances. Quizá las corrientes marinas sean una solución más en los próximos años para obtener energía eléctrica.