¿Qué pasa con los terremotos en septiembre? Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
20 septiembre, 2022
El 19 de septiembre es una fecha que ha marcado la historia contemporánea de México. Los movimientos telúricos son eventos que no se pueden predecir; sin embargo, la coincidencia hace que en el imaginario mexicano esta fecha tenga una carga especial.
1985, 2017 y 2022 coinciden en algo que activa las alertas simbólicas de los mexicanos: los sismos. Esto nos lleva a la pregunta, ¿qué pasa en septiembre que invoca a los temblores?
Una explicación donde no hay explicación
Para comenzar, la forma en que ocurren los temblores es un hecho científicamente conocido. La litósfera, que es la capa superficial de la Tierra, está hecha de material rígido que puede fracturarse si se ejerce fuerza sobre ella. Las placas tectónicas se encuentran en la litósfera y se mueven por encima de la astenósfera, que es una capa viscosa y elástica.
Las placas tectónicas se mueven a causa del intercambio de material entre las capas de nuestro planeta. Mientras de la superficie se envía material frío, desde el manto emerge material caliente que libera energía.
En las zonas donde se encuentran las placas tectónicas se generan fuerzas de fricción. Cuando esta fricción supera la resistencia de las rocas, ocurre una ruptura violenta y se libera la energía que estaba acumulada. Esa energía se mueve en forma de ondas sobre la superficie de la Tierra. Así es como surge un temblor. No existe, hasta ahora, un método que nos permita predecir cuándo ocurrirá una de estas rupturas.
El 19 de septiembre se conmemora en México el Día Nacional de la Protección Civil. Esta fecha se eligió a partir del terremoto de magnitud 8.1 ocurrido en 1985 en esa misma fecha. A las 7:19 con 47 segundos comenzó el movimiento sísmico con epicentro en la desembocadura del río Balsas, entre los estados de Michoacán y Guerrero.
En aquella ocasión el saldo oficial fue de aproximadamente 10 mil muertos, aunque muchos aseguran que superaron los 30 mil. Las pérdidas económicas se calculan en 4 mil millones de dólares estadounidenses. Las regiones afectadas fueron el centro, sur y occidente del país. A partir de aquel sismo se creó el Sistema Nacional de Protección Civil.
Durante décadas se realizaron simulacros para preparar a la población mexicana ante eventos sísmicos. El 19 de septiembre de 2017, poco después del simulacro conmemorativo ocurrió otro sismo. Esta vez fue de magnitud 7.1. Unos días antes, el 7 de septiembre, había ocurrido uno de 8.1.
A las 13:14 con 40 segundos inició el temblor con epicentro a un kilómetro de San Felipe Ayutla, en Puebla. La cifra de muertes llegó a 369. Doscientos cincuenta mil personas se convirtieron en damnificadas. 180 mil viviendas sufrieron daños, de las cuales 50 mil 610 llegaron a daño total.
Este 2022 nuevamente, poco después del simulacro nacional ocurrió un sismo. Ocurrió a las 13:05 horas. Esta vez su magnitud fue de 7.7. El epicentro fue a 63 kilómetros al sur de Coalcomán en el Estado de Michoacán. El movimiento fue percibido en los estados de Michoacán, Jalisco y Guanajuato, además del centro del país.
La probabilidad de que 3 sismos de magnitudes mayores a 7 se registren en un país en la misma fecha: 19 de septiembre, es de 133 mil 225. Así lo explicó el especialista en sistemas complejos del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Luis Mateos. En sus redes sociales, el especialista explicó que esto equivale a 0.000751% de probabilidad. Por el momento se reportan daños menores. A diferencia de los sismos ocurridos en ocasiones anteriores el 19 de septiembre, este no tuvo efectos destructivos a gran escala.
Para los mexicanos el 19 de septiembre se convierte en una fecha que provoca algunas burlas y dosis altas de miedo e incertidumbre. Lo cierto es que, por ahora, no existe una explicación científica para la coincidencia en fechas. Quizá debamos buscarla en la teoría social y no en la geológica. Los terremotos ocurren todo el tiempo alrededor del mundo. No son eventos predecibles y siempre es importante estar preparados ante ellos.
Carl Gustav Jung comentaba al describir su concepto de sincronicidad que la coincidencia entre nuestras expectativas interiores y los eventos tangibles en el exterior dan forma a lo que comprendemos como “magia”.
Con nuestros conocimientos actuales de Geología no existe una relación lógica entre los sismos del 19 de septiembre; sin embargo, los mexicanos esperamos algo en esta fecha y “mágicamente”, han ocurrido algunas coincidencias.
Tres es una cantidad de repeticiones poco significativa en medio siglo cuantitativamente, aunque para nuestro mundo simbólico es motivo suficiente para uno de los miedos más profundos de los mexicanos: los terremotos.