Un día para fomentar la cultura científica Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
28 septiembre, 2022
El 28 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Cultura Científica. Alrededor del mundo se realizan actividades de divulgación y promoción de la ciencia para públicos no especializados. Con el hashtag #idsc2022 se pueden seguir las actividades a través de redes sociales.
En un mundo que se recupera de una pandemia que ha dejado al descubierto muchos de los huecos en conocimiento científico de la sociedad es indispensable fomentar el acercamiento con el conocimiento científico y tecnológico.
¿Por qué una cultura científica?
El Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) realiza periódicamente la Encuesta sobre la Percepción Pública de la Ciencia y la Tecnología (ENPECYT). La última se realizó en 2017 y los resultados muestran que queda mucho por hacer.
Por una parte, la población mexicana mantiene distancia con la comunidad científica y el conocimiento que produce, por otra se percibe más cercana a conocimientos pseudocientíficos.
Desde la cultura popular se propone a la ciencia y los científicos como algo peligroso. El cine y la literatura son ricos en ejemplos de científico loco que cegado por su sed de poder pone en peligro a su entorno y a sí mismo. En 2004 Dr. Octopus se dejó seducir por el poder del sol en la palma de su mano en la segunda entrega de Spiderman y con ello retomó un miedo que ya existía desde la guerra fría.
Para 2010, cuando el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) comenzó sus funciones, alrededor del mundo se murmuraban sospechas sobre el riesgo de crear un agujero negro, posibilidad alejada de la realidad pero que muchos defendieron amparados por su falta de comprensión científica. Si el villano de Spiderman podía destruir el mundo a través de reacciones nucleares, ¿por qué no pasaría en la frontera de Francia y Suiza? Y este es sólo uno fe entre muchos ejemplos posibles.
9.4% de los participantes en la encuesta (ENPECYT) 2017 consideran se mostraron muy de acuerdo con la propuesta de que los investigadores científicos tienen un poder que los hace peligrosos. Esta cifra cercana al 10% ya es peligrosa y es sólo el principio. 36.4% mencionaron que están de acuerdo con esta afirmación. Si consideramos estos dos grupos, 45.8% de los mexicanos tendrían algún grado de desconfianza sobre la comunidad científica. Lo que parecería una simple opinión se vuelve un riesgo para la sociedad en muchos sentidos.
En 2020 el mundo se vió amenazado por una crisis de salud. El virus SARS CoV2 se propagó rápidamente por todo el mundo. Distintos grupos de investigación alrededor del mundo comenzaron a buscar soluciones, entre ellas las vacunas.
Cuando a finales de 2021 comenzaron las campañas masivas de vacunación contra Covid-19 se hizo notar el rechazo de distintos grupos. Para muchas personas, las vacunas fuera de ser una solución a la crisis sanitaria representaban un peligro. La falta de comprensión sobre la forma en que funciona una vacuna hizo que se propagara el pánico ante amenazas fantasiosas como chips controladores que ingresarían al cuerpo de los vacunados.
La cultura está presente en todas las actividades humanas y la ciencia es una de ellas. Así como solemos estar pendientes de las novedades en política, espectáculos y deportes, la ciencia es un aspecto indispensable de nuestra sociedad. De acuerdo con la (ENPECYT) 2017, 16.8% de los encuestados se mostraron muy de acuerdo con terapias alternativas que no mantienen ningún tipo de estandarización.
En este mismo apartado, 60.1% contestó que está de acuerdo. Con estos resultados, 76.9% de los participantes consideran, en distinto grado, válidos métodos como la acupuntura, quiropráctica homeopatía o las limpias, métodos que ante una crisis de salud mundial podrían crear confusión y retrasar procesos sistemáticos y que sí pueden demostrar su efectividad como la vacunación.
La ciencia está ahí para ofrecernos conocimiento que nos permite comprender el mundo. Mientras más cercanos estemos a ella mejores decisiones podremos tomar. Una de las fortalezas de la comunidad científica es que busca constantemente una mejor comprensión de la realidad; aunque alguna vez se haya cometido un error, se reconoce para que jamás vuelva a ocurrir.
El 28 de septiembre nos da la oportunidad de recordar que la ciencia forma parte de nuestra vida y aunque fantasear sobre lo que ocurre con ella es atractivo, comprenderla es todavía más útil.