La erupción del Mauna Loa fue registrada desde el espacio Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
30 noviembre, 2022
El domingo 27 de noviembre de 2022 el volcán activo más grande del mundo comenzó a hacer erupción. El Mauna Loa, ubicado en la mayor de las islas de Hawái, fue observado desde el espacio.
El evento fue presenciado por satélites de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) estadounidenses, así como de la Agencia Espacial Europea (ESA).
La erupción de un gigante desde el espacio
Pasaron casi 4 décadas para que el Mauna Loa entrara nuevamente en erupción, la ocasión anterior fue en 1984. La actividad sísmica fuera de lo común ya había sido registrada por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
En ese momento se reconoció que aumentaban los pequeños terremotos bajo la caldera en la cumbre del volcán. La proporción fue diez veces mayor a lo normal. Estos movimientos fueron resultado del paso subterráneo del magma.
Los terremotos continuaron de forma esporádica hasta el 27 de noviembre. A las 11:30 pm hora local, equivalente a las 7:30 pm del centro de México, comenzó el flujo de lava a través de algunas fisuras.
Las fuentes de lava fueron de altura baja, la mayoría de algunas yardas. Las más altas alcanzaron entre 100 y 200 pies, que equivalen a un rango entre 30 y 60 metros. Para el siguiente día ya se había detenido el flujo original de lava, aunque se abrieron nuevas fisuras al noreste.
A las 2:25 am del lunes 28 de noviembre hora local, que equivale a las 10:25 pm del domingo 27 en el centro de México, el satélite NPP Suomi de la NOAA y la NASA capturó una imagen en la banda diurna-nocturna de la erupción. Esto lo consiguió desde la Suite de Imágenes Radiométricas de Infrarrojo Visible (VIIRS). Se reconoce un fuerte destello sobre la isla mayor de Hawái. Como contraste se muestra otra capturada el 29 de octubre de 2022.
El 28 de noviembre se registraron nubes que dispersaron la luz de la erupción y las áreas urbanas, lo que la volvió difusa. "También parece que la lava emitida por la erupción era tan brillante que el sensor estaba saturado, produciendo una 'racha de recuperación post-saturación' a lo largo del escaneo VIIRS hacia el sureste", relata en un comunicado Simon Carn, quien es vulcanólogo en el Tecnológico de Michigan.
Una de las sustancias que expulsó el volcán fue dióxido de azufre (SO2). Este gas acre reacciona con el oxígeno y el agua, formando una neblina volcánica gris llamada vog. Distintos instrumentos satelitales lo reconocieron.
Uno de ellos fue el satélite de la ESA Sentinel-5P. Lo detectó a mitad de la troposfera con su Instrumento de Monitoreo Troposférico (TROPOMI). El satélite Aura de la NASA hizo una medición similar, esto lo hizo desde su Instrumento de Monitoreo de Ozono (OMI). Esta misma tarea la hizo el Suomi NPP desde su Suite de Mapeo y Perfilado de Ozono (OMPS).
La NASA recurrió a los instrumentos OMPS y TROPOMI para medir la cantidad de SO2. El 28 de noviembre ambos registraron 0.2 teragramos. En la erupción anterior del Mauna Loa, en abril de 1984, se emitieron alrededor de 1.2 teragramos durante tres semanas de erupción.
"El Observatorio de Volcanes de Hawai del Servicio Geológico de EE.UU. está monitoreando y evaluando de cerca todos los aspectos de la erupción y es una gran fuente de información para las personas que se preguntan sobre los riesgos y peligros que esta erupción podría plantear", explica Ashley Davies quien es vulcanóloga en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA.
Podemos esperar que el Mauna Loa se mantenga activo. Las dimensiones de este volcán hacen que permanezca en la mira de distintos observadores. La última vez hizo erupción por tres semanas, en esta ocasión apenas vemos el comienzo.