Datos satelitales indican qué naciones aportan o reducen dióxido de carbono Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
8 marzo, 2023
Un proyecto piloto mide las emisiones y la reducción de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera. Parte de datos del satélite de observación de la Tierra de la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio estadounidense (NASA).
Las mediciones se realizaron en más de 100 países en todo el mundo. Más de la mitad de ellos llevan una década sin reportar sus emisiones de dióxido de carbono.
Una evaluación sobre terrenos poco explorados
La misión Observatorio en Órbita de Carbono-2 (OCO-2) de la NASA proporcionó datos para la investigación. También se recurrió a redes de observación terrestres. Más de 60 investigadores participaron en la evaluación.
El periodo de estudio fue el lustro entre 2015 y 2020. Esta propuesta consiste en una medición de arriba a abajo, algo poco común en los registros sobre emisiones de carbono.
El OCO-2 no fue diseñado originalmente para hacer mediciones por país. Sin embargo, en esa ocasión fue útil para preparar reportes con miras al primer Balance Global. En él se evaluará el progreso mundial respecto a metas del Acuerdo de París. Este balance tiene como fecha 2023.
“La NASA se enfoca en ofrecer datos científicos de la Tierra que aborden los desafíos climáticos del mundo real - como ayudar a gobiernos alrededor del mundo a medir el impacto de sus esfuerzos de mitigación de carbono”, explica en un comunicado Karen St. Germain, quien es directora de la División de Ciencias de la Tierra en las oficinas centrales de la NASA en Washington.
Uno de los problemas para seguir las emisiones de carbón es que los estudios que las miden suelen ser de tipo abajo a arriba. Para ellos se requiere hacer cálculos que incluyen información de los sectores económicos que aportan carbono a la atmósfera, entre ellos la agricultura y el transporte.
No todas las naciones cuentan con la infraestructura adecuada para este tipo de estudios. Un inventario de este tipo requiere recursos, conocimiento y personal calificado para evaluar las actividades relevantes.
Muchas naciones no realizan este tipo de mediciones. De ahí que estudios como el realizado por la NASA sean útiles. Permiten dar seguimiento a regiones sobre las que de otra forma no tendríamos información. Más de 50 de los países sobre los que se recopiló información no tenían registros de la última década.
El estudio evalúa tanto ganancias como pérdidas en el CO2 atmosférico. Evalúa las emisiones de combustibles fósiles y al mismo tiempo mide los cambios en las reservas de carbono de los ecosistemas como árboles, arbustos y suelo.
En los datos de 2015 se reconocen algunos territorios con altas emisiones de CO2. Destacan Estados Unidos y China. En cuánto a reservas de carbono los niveles más altos aparecen en Rusia y China.
Para 2020 India y Rusia se acerca, aún con distancia, a Estados Unidos y China como los mayores emisores. Por otro lado, los mayores depósitos de carbono se ubican en Rusia, China y Estados Unidos.
Acciones como la reforestación influyen en el almacenamiento de carbono. Por otro lado, las actividades económicas humanas producen emisiones de carbono. Los datos satelitales indican que naciones con altos índices de emisión también mantienen reservas importantes del mismo.
El satélite OCO-2 fue lanzado en 2014. Para sus mediciones cuenta con tres cámaras similares a espectrómetros. Miden el gas indirectamente a través de la reflexión que se refleja en la comuna de aire. Proyectos como este nos muestran un panorama más amplio que permitirá tomar decisiones climáticas.