Las capas de hielo pueden colapsar 20 veces más rápido de lo que se creía Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
5 abril, 2023
Las capas de hielo pueden desaparecer 20 veces más rápido de lo que creíamos. Ante eventos de cambio climático estos enormes bloques helados pueden retroceder hasta 600 metros diarios, encontró un estudio publicado recientemente por la revista científica Nature.
Los periodos de cambio climático traen consigo eventos fuera de lo común, entre ellos el deshielo. Un equipo internacional de investigadores analizó las huellas de una capa helada que desapareció tras la última edad de hielo, hace 20 mil años.
¿Qué tan rápido es posible derretirse?
Para conocer los efectos del cambio en el clima podemos ver en tiempo real lo que vive nuestro planeta o mirar hacia el pasado en busca de pistas de lo que podría pasar. El equipo que tiene como primera firmante a la Doctora Christine L. Batchelor, de la Escuela de Geografía, Política y Sociología de la Universidad de Newcastle, decidió explorar las pistas que dejó la última edad de hielo.
Estudiaron el suelo marino que se extiende desde Noruega. En este terreno existen relieves conocidos como “crestas de ondulación”. Se mapearon más de 7 mil 600 de estas formaciones en el suelo marino. Los investigadores usaron las imágenes de alta resolución que obtuvieron para realizar su análisis.
Estas marcas en el terreno miden menos de 2 metros y medio de altura. Se separan entre sí por segmentos de entre 25 y 300 metros. Estas formaciones son huellas del deshielo cuando el clima cambió de forma drástica por última vez en nuestro planeta.
Para que se formaran el márgen de retroceso de la capa de hielo se movió arriba y abajo a causa de las mareas. Este movimiento reacomodó sedimentos que salieron del fondo marino y se asentaron durante las mareas bajas.
Partiendo de esto fue posible hacer cálculos. Se habrían formado dos crestas por día, esto a causa de dos ciclos de marea diarios. Gracias a esto pudieron evaluar la velocidad a la que se derritió la capa de hielo.
Los resultados de la investigación indican que aquellos bloques de hielo prehistóricos retrocedieron a una velocidad de entre 50 y 600 metros diarios. Esto es mucho más rápido de lo que han observado los satélites o lo que se infiere sobre formaciones similares en la Antártida, al otro lado del mundo.
“Nuestra investigación proporciona una advertencia del pasado sobre las velocidades que las capas de hielo son físicamente capaces de retirarse”, señala la Doctora Batchelor en un comunicado.
“Nuestros resultados muestran que los pulsos de retirada rápida pueden ser mucho más rápidos que cualquier cosa que hayamos visto hasta ahora”, advierte la investigadora.
Los datos que obtuvo el equipo que realizó esta investigación permiten crear modelos de predicción climática más adecuados. Con ellos será más preciso el cálculo del hielo que se derrite y el aumento en el nivel del mar.
Uno de los hallazgos que resaltan en esta investigación es que las capas de hielo pueden retroceder en periodos cortos como días o meses. “Es importante que las simulaciones por ordenador puedan reproducir este comportamiento de capa de hielo pulsada”, comenta el Profesor Julian Dowdeswell del Instituto de Investigación Polar Scott de la Universidad de Cambridge, quien participó en el estudio.
Los terrenos planos son más propensos a derretirse rápidamente. “Un margen de hielo puede desprenderse del fondo marino y retirarse casi al instante cuando se vuelve flotante”, explica el Doctor Frazer Christie del Instituto de Investigación Polar Scott, quien también participó en el estudio.
“Este estilo de retiro solo ocurre a través de camas relativamente planas, donde se requiere menos fusión para diluir el hielo superpuesto hasta el punto en que comienza a flotar”, detalla Christie.
Los resultados de esta investigación tienen repercusión en el actual deshielo antártico. Los autores concluyen que algunas partes de la Antártida son vulnerables a este tipo de eventos. Un ejemplo de esto es el glaciar Thwaites, que ha sido ampliamente investigado por su susceptibilidad a un retroceso inestable.
Para los investigadores, el avance del cambio climático actual podría provocar un deshielo rápido en las capas de hielo antárticas. “Los satélites detectarán este tipo de retirada de la capa de hielo en un futuro próximo”, advierte la Doctora Batchelor.