El Webb fotografía nacimiento de estrellas para su cumpleaños Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
12 julio, 2023
El Telescopio Espacial James Webb celebra su aniversario con una fotografía de la región de formación de estrellas más cercana a la Tierra. La imagen que celebra su primer año de operaciones científicas muestra el complejo de nubes Rho Ophiuch.
La imagen es un primer plano de un “vivero estelar” relativamente pequeño y tranquilo. La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio estadounidense (NASA) compartió la imagen este 12 de julio de 2023.
Un “vivero estelar” con lujo de detalle
En su primer año de operaciones el Webb nos ha mostrado todo tipo de paisajes estelares. Planetas vecinos con detalles que nunca habíamos visto, atmósferas de planetas fuera de nuestro sistema solar, campos profundos de gran alcance, galaxias que existieron poco después del big bang.
Este 12 de julio, celebra un año de la publicación de su primera imagen. La forma de hacerlo no podía ser otra que con una nueva imagen inédita.
El complejo de nubes Rho Ophiuchi se encuentra a 390 años luz de distancia. Es la región de formación estelar más cercana a nuestro planeta. En la imagen se ve un primer plano de la región enfocada sin estrellas en el espacio intermedio.
“En su primer aniversario, el telescopio espacial James Webb ya ha cumplido su promesa de revelar el universo, regalando a la humanidad un imponente tesoro de imágenes y ciencia que durará décadas”, comentó en un comunicado Nicola Fox, quien es administradora asociada de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA en Washington.
“Cada nueva imagen es un nuevo descubrimiento, permitiendo a los científicos de todo el mundo hacer y responder preguntas con las que nunca antes podrían haber soñado”, declaró Bill Nelson, quien es administrador de la NASA.
En la nueva imagen se ve una región con alrededor de 50 estrellas jóvenes, todas ellas de una masa similar o menor a la del Sol. Las regiones oscuras de la imagen son las más densas, ahí las protoestrellas son cubiertas por polvo.
En la imagen se reconocen chorros bipolares de hidrógeno que aparecen en color rojo. Estos chorros aparecen cuando una estrella estalla por primera vez a través de su envoltura de polvo cósmico. Esto provoca que salgan disparados dos chorros opuestos.
S1 es la única estrella de la imagen que supera la masa de nuestro Sol. A diferencia de las otras, muestra una cueva resplandeciente de polvo en la parte inferior de la imagen, cerca de la mitad.
“La imagen de Rho Ophiuchi obtenida por Webb nos permite presenciar con nueva claridad un período muy breve en el ciclo de vida de las estrellas. Nuestro propio Sol experimentó una fase como esta, hace mucho tiempo, y ahora tenemos la tecnología para ver el comienzo de la historia de otra estrella”, menciona Klaus Pontoppidan del Instituto de Ciencias del telescopio Espacial en Baltimore, Maryland. Él participa como científico en el proyecto Webb.
En la imagen del complejo de nubes Rho Ophiuch se notan otros detalles, además de las estrellas. En algunas de ellas se reconocen sombras que indican la presencia de discos protoplanetarios.
El proyecto Webb lleva apenas su primer año. Se le diseñó para tener un tiempo de vida útil de 5 años; sin embargo, se espera que funcione durante el doble de ese tiempo. En este primer año nos ha mostrado al universo de formas que antes de su existencia eran imposibles.
“El primer año de operaciones científicas de Webb no solo nos ha enseñado cosas nuevas sobre nuestro universo, sino que ha revelado que las capacidades del telescopio son mayores que nuestras expectativas, lo que significa que los descubrimientos futuros serán aún más extraordinarios”, señala Eric Smith, quien es director asociado de investigación de la División de Astrofísica en la sede de la NASA y científico del programa Webb.
¿Qué sigue para el Webb? Jane Rigby, quien es científica principal del proyecto Webb en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA recuerda que ha sido “un año de datos y descubrimientos espectaculares”.
“Hemos seleccionado un ambicioso conjunto de observaciones para el segundo año, que se basa en todo lo que hemos aprendido hasta ahora. La misión científica de Webb apenas está comenzando y queda mucho más por venir”, concluye Rigby.