¿Qué es el cambio climático subterráneo y cómo nos afecta? Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
30 julio, 2023
Su nombre puede crear confusión con otro fenómeno mucho más estudiado. El “cambio climático subterráneo” no tiene una relación directa con el que ocurre en la atmósfera.Su área de acción son las ciudades que, como describe un artículo publicado por la revista científica Nature Communications Engineering, se han convertido en islas de calor. Este fenómeno afecta al medio ambiente, la salud pública y los medios de transporte.
Los efectos del calor bajo nuestros pies
El estudio fue realizado por Alessandro F. Rotta Loria del Laboratorio de Mecánica y Energía de la Universidad del Noroeste en Chicago, Illinois. Advierte sobre los riesgos de almacenar calor bajo el suelo de las ciudades.
El suelo, las rocas y los materiales de construcción se deforman ante las variaciones de temperatura. Cuando estas deformaciones son excesivas afectan el desempeño de la infraestructura civil. Chicago fue el caso de estudio para explorar el fenómeno.
El cambio climático subterráneo ocurre en las zonas urbanas de todo el mundo. El calor se difunde desde sótanos, sistemas de transporte subterráneo, estacionamientos y sistemas de calefacción, además de los materiales propios de la construcción que absorben y retienen calor durante el día y lo liberan durante la noche.
Para estudiar el caso específico de Chicago, Rotta Loria y sus colaboradores instalaron una red inalámbrica de más de 150 sensores de temperatura en el distrito Chicago Loop. Los sensores funcionaron tanto por encima como por debajo del suelo. Como punto de comparación hicieron algo similar en Grant Park, un espacio verde sin infraestructura urbana.
Los resultados mostraron una gran diferencia. El suelo urbano registró temperaturas en promedio 10 grados más altas que el del parque.
Esta acumulación y liberación de calor hace que los cimientos de los edificios y el suelo se expandan y contraigan. Una de las consecuencias es que surgen grietas. Esto afecta al rendimiento operativo de las construcciones y reduce su vida útil.
“La arcilla de Chicago puede contraerse cuando se calienta, como muchos otros suelos de grano fino. Como resultado del aumento de la temperatura bajo tierra, muchos cimientos del centro de la ciudad están experimentando asentamientos no deseados, de forma lenta pero continua”, explicó Rotta Loria al medio digital ABC.
“En otras palabras, no es necesario vivir en Venecia para vivir en una ciudad que se hunde, incluso si las causas de tales fenómenos son completamente diferentes”, agrega.
Rotta Loria no es el primero en reconocer el aumento progresivo en la temperatura del suelo de las ciudades alrededor del mundo. En investigaciones previas se ha establecido una tasa de calentamiento de entre 0.1 y 2.5 grados Celsius por década, hasta una profundidad de 100 metros.
“No es que un edificio vaya a colapsar de repente. Las estructuras se están hundiendo lentamente. Las consecuencias podrían ser muy malas, pero tomará un largo tiempo para verlas”, comentó Rotta Loria a la BBC.
Si bien, este cambio en las temperaturas puede ser una amenaza, también representa una oportunidad. Captar el calor es una alternativa para reducir el impacto negativo y obtener beneficios. Los espacios que podrían aprovecharlo son muchos de los que lo producen como los estacionamientos, sótanos o el transporte subterráneo.
Por su parte, los edificios actuales pueden ser tratados con aislantes térmicos. De esa forma se minimiza la cantidad de calor que llega al suelo.
Será una tarea para los planificadores urbanos encontrar los medios para reutilizar este calor urbano. Por ahora se trata de energía térmica sin uso pero bien podría aprovecharse, ahora que se tiene conocimiento detallado de ella.