¿Hay temblores en otros planetas? Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
14 septiembre, 2023
Los temblores son un fenómeno común en la Tierra. Países como México tienen una larga historia de eventos sísmicos pero en otros son algo fuera de lo común.
Otros mundos en nuestro sistema solar experimentan fenómenos similares en los que la superficie se sacude. Sin embargo, la naturaleza de estos temblores no es la misma que en nuestro planeta.
Un planeta que se sacude
Nuestro planeta se forma a partir de varias capas. Tiene un núcleo interior sólido, un núcleo exterior líquido, un manto semisólido y una corteza sólida.
Sobre la corteza hay una región llamada litosfera. Esta parte de nuestro planeta está dividida en varias piezas conocidas como placas tectónicas que forman algo parecido a un rompecabezas.
Las placas tectónicas se mueven sobre el manto que no es completamente sólido. Con frecuencia chocan entre ellas y esos choques provocan los temblores. Eso hace que las zonas donde se encuentran dos o más placas tectónicas tengan mucha actividad sísmica.
Si en México son comunes los temblores es porque al sur del país coinciden diferentes placas tectónicas. La placa del Caribe se encuentra con la placa Norteamericana y la de Cocos al sur. Sobre la costa del Pacífico se ubican también la placa de Rivera y la del Pacífico.
Otros mundos en los que tiembla
La presencia de placas tectónicas se conoce únicamente en la Tierra. Sin embargo, en otros mundos del sistema solar se han reconocido eventos que recuerdan a nuestros temblores. Los motivos por los que ocurren son distintos.
Marte es otro planeta rocoso y es muy distinto a la Tierra en muchos sentidos. Allá no hay una serie de placas tectónicas como en la Tierra. Sin embargo, misiones como InSight de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio estadounidense (NASA, por sus siglas en inglés) han encontrado pequeños temblores en su superficie.
InSight concluyó en 2022. En ese periodo, registró más de 1,000 temblores. La mayoría de ellos serían imperceptibles para un ser humano en la superficie marciana. Los sismómetros registraron ondas sísmicas de dos tipos diferentes.
En Marte se encontraron ondas transversales y de compresión. Las primeras atraviesan únicamente sólidos y se reflejan en la superficie del planeta rojo. Las de compresión son capaces de atravesar sólidos, líquidos y gases.
Gracias a estas ondas se pudo estudiar la composición interna del planeta rojo. A partir de 11 de los temblores más fuertes fue posible estudiar el núcleo y se concluyó que está hecho de níquel y hierro líquido. Además los cálculos indican que es más grande y menos denso de lo que se creía previamente.
Las lunas de Júpiter y Saturno son otro laboratorio celeste donde se han estudiado movimientos similares a los temblores. Sobre los satélites helados de estos gigantes gaseosos se conocen terrenos sospechosamente planos.
La órbita de los dos gigantes gaseosos tiene influencia en sus lunas. Es común que jalen y estiren a los cuerpos que tienen órbita alrededor de ellos. Esto provoca movimientos en la superficie de los satélites helados. Así se generan deslizamientos y se forman esos terrenos planos.
Este tipo de temblores ocurren en lunas como Europa y Ganímedes de Júpiter, así como Encélado de Saturno. Se han aplicado modelos sísmicos para comprender estos terremotos en los satélites de los gigantes gaseosos y explicar la forma en que han alisado las superficies heladas.
En los próximos años, las misiones que visitarán estos satélites ayudarán a estudiar con más detalle estos eventos. Es el caso del Explorador de las Lunas heladas de Júpiter (JUICE) de la Agencia Espacial Europea (ESA) y Europa Clipper de la NASA.
En otros mundos de nuestro sistema solar también tiembla. Las causas no son las mismas. Nos queda mucho por conocer pero sabemos que el suelo se sacude en otros lugares del universo.
Fuentes
¿Qué es un terremoto? ¿Hay en otros planetas?
Los terremotos de Marte resuelven tres de sus mayores secretos
Terremotos explican las planicies en lunas de Júpiter y Saturno
Zona de subducción mexicana y su potencial para un sismo mayor