¿Está próximo un gran terremoto en California? Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
28 mayo, 2019
La falla de San Andrés atraviesa el Mar de Cortés y el estado de California de norte a sur a lo largo de 1,287 kilómetros. Marca el límite entre la placa de Norteamérica y la placa del Pacífico y es una de las fallas transformantes más estudiadas del planeta.
Su desplazamiento es de alrededor de 5 a 6 cm por año entre las placas del Pacífico (con movimiento al NW) y la de Norteamérica (con movimiento al SE). De hecho, se prevé que en unos 20 o 30 millones de años, la Península de California se convierta en una gran isla, al separarse totalmente del continente y en unos 50 millones de años podría ubicarse frente a Alaska.
La Falla de San Andrés a su vez, está compuesta por una serie de fallas secundarias sometidas a esfuerzos extensos en forma de abanicos que modelan el movimiento de cizalla entre las placas Pacífico y Norteamericana.
Cada una de estas fallas muestran variaciones sistemáticas en su orientación y en su conjunto y definen una geometría en forma de abanico, todas a causa de la gran Falla de San Andrés.
El movimiento que existe en esta larga área provoca una fuerte fricción y produce una alta sismicidad en la región.
Sin embargo, la falla ha permanecido presumiblemente tranquila por mucho tiempo. La última vez que el sur de California experimentó un gran sacudida fue en 1857, cuando un terremoto de magnitud 7.9 provocó una ruptura de casi 300 kilómetros entre el Condado de Monterey y las montañas de San Gabriel.
Más al sur, la falla no ha tenido movimientos sustanciales, el Condado de San Bernardino, por ejemplo, ha permanecido en relativa calma desde el año de 1812, y la región cerca del Mar de Saltón, desde finales de 1,600.
La aparente acumulación de tensión en esta región durante más de un siglo, ha hecho advertir a muchos científicos sobre un potencial terremoto de gran magnitud (8.0 o incluso superior) que pudiera sacudir la región en algún momento dentro de los próximos 30 ó 50 años.
Este posible evento, denominado “The big one” (o gran terremoto) es el que ha puesto nerviosos a muchos californianos y ha servido de inspiración para escenarios apocalípticos de películas de Hollywood.
La ocurrencia de un sismo de esta magnitud durante las próximas décadas ha sido un tema de debate entre muchos científicos. Hasta hace poco, los expertos creían que la sección sur de la falla de San Andrés, permanecería inactiva durante al menos otro siglo.
Pero mientras que los sismólogos no pueden predecir el tiempo exacto cuándo ocurrirá un gran sismo, con forme pasa el tiempo otros investigadores se animan más a liberar un pronóstico de probabilidad para que ocurra tal acontecimiento. El más reciente fue publicado a principios del año pasado por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). El cual estima una probabilidad del 7 por ciento de que un terremoto de magnitud 8.0 ocurra en Californiadentro de los próximos 30 años.
Y eso sería un gran problema. En el 2008, un informe del USGS encontró que un terremoto de magnitud 7.8 al sur de la falla de San Andrés podría causar más de 1,800 muertos, 50,000 heridos, y daños por más de 200 mil millones de dólares, además de incendios e interrupciones de largo plazo en la infraestructura.
¿Qué pasaría con la Ciudada de Los Ángeles?
A pesar de que la ciudad no está sobre la línea de la falla de San Andrés, simulaciones presumen que un terremoto en la zona la afectaría en gran medida debido al tipo de terreno. La Ciudad de Los Ángeles está construida sobre una cuenca sedimentaria y esto podría causar que las ondas sísmicas se propaguen y se potencialicen, causando una agitación más fuerte y más duradera.
Si bien el futuro sigue siendo incierto (pues a la fecha nadie puede predecir con exactitud cuándo ni donde golpeará un terremoto) las autoridades y las personas que viven cerca de la falla deben crear consciencia y trabajar por estar siempre mejor preparadas. Reforzar edificios, acueductos, redes de telecomunicación, así como saber qué hacer y cómo actuar antes, durante y después de un terremoto, ya que sin duda esto puede salvar miles de vidas.
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Fuentes: Smithsonian;