Encuentran dióxido de carbono en la superficie de la luna Europa gracias al Webb Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
26 septiembre, 2023
Europa es uno de los lugares más prometedores para encontrar vida dentro de nuestro sistema solar. Esta luna de Júpiter tiene una superficie helada y se tiene indicios de un océano subterráneo.
Las observaciones sobre Europa dejaban la duda de si el océano que guarda en su interior tendría los químicos necesarios para la vida. La observación de dióxido de carbono (CO2) es un dato alentador en este sentido.
Dióxido de carbono en un mundo de hielo
Las observaciones del Telescopio Espacial Webb permitieron reconocer el dióxido de carbono en Europa. Se encuentra sobre la superficie helada. Su origen parece ser el océano subterráneo. No parece haber llegado por vías externas como meteoritos.
Otro detalle que resalta es que el dióxido de carbono fue depositado en una escala geológica reciente. Este hallazgo es importante para evaluar la habitabilidad de Europa.
“Ahora pensamos que tenemos evidencia observacional de que el carbono que vemos en la superficie de Europa vino del océano. Eso no es algo trivial. El carbono es un elemento biológicamente esencial”, comenta Samantha Trumbo en un comunicado de la Universidad de Cornell.
Trumbo es becaria postdoctoral en el Departamento de Astronomía en el Colegio de Artes y Ciencias. Ella aparece como primera firmante en uno de dos artículos científicos independientes que analizaron los datos del Webb y se publicaron en la revista Science.
La distribución del dióxido de carbono no es homogénea. Este gas se concentra principalmente en Tara Regio. Se trata de un área geológica joven de terreno resurgido conocido como “terreno de caos”. Ahí el hielo superficial fue alterado y ocurrió un intercambio de material entre la superficie y el océano subterráneo.
“Esto sugiere que podemos ser capaces de aprender algunas cosas básicas sobre la composición del océano, incluso antes de perforar a través del hielo para obtener la imagen completa”, advierte Gerónimo Villanueva.
Villanueva trabaja en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio estadounidense (NASA). Él es autor del otro artículo científico donde se describe el hallazgo de dióxido de carbono.
Dos investigaciones que llegaron al mismo dióxido de carbono
Los datos del Webb que sirvieron para hallar el dióxido de carbono provienen de la unidad integral de campo del Espectrógrafo de Infrarrojo-Cercano (NIRSpec). Desde ahí se consigue un espectro con resolución de 320x320 kilómetros en la superficie de Europa.
El área donde se ubicó tiene un diámetro de 3,129 kilómetros. El dióxido de carbono no es estable en la superficie de Europa. De ahí que los científicos concluyan que se originó en una escala geológica reciente sobre un terreno joven.
“Estas observaciones solo tomaron unos minutos del tiempo del observatorio”, señala en un comunicado de la NASA Heidi Hammel. Ella pertenece a la Asociación de Universidades para Investigación en Astronomía. Ella dirigió el Ciclo 1 de Tiempo Garantizado para Observaciones del Sistema Solar.
“Incluso con este corto período de tiempo, pudimos hacer ciencia realmente grande. Este trabajo da un primer indicio de toda la increíble ciencia del sistema solar que podremos hacer con Webb”, apunta la investigadora.
En 2024 la nave espacial Europa Clipper viajará específicamente a esta luna en órbita de Júpiter para explorarla. Su objetivo es reconocer si este mundo helado tiene condiciones para la vida como la conocemos. Por su parte, el Explorador de Lunas Heladas de Júpiter (JUICE) de la Agencia Espacial Europea (ESA) despegó en abril de este año con un objetivo similar.
El Webb ha sido capaz de encontrar detalles que hasta ahora permanecían ocultos de otros mundos en nuestro sistema solar. El carbono es un elemento vital para la vida en la Tierra y lo encontró en la superficie de Europa. En unos años veremos detalles capturados desde cerca de este satélite joviano cuando las misiones de exploración lleguen allá.