Las actividades humanas han influido en el fenómeno “El Niño” en las últimas décadas Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
19 octubre, 2023
El fenómeno climático “El Niño” ocurre por factores naturales que se extienden por períodos largos. Sin embargo, en la era moderna la actividad humana está participando para darle forma.
Dos estudios publicados recientemente se enfocaron en esta influencia humana en el fenómeno natural. Uno de ellos fue publicado en la revista científica Geophysical Research Letters y el otro en The Innovation Geoscience.
Un giro inesperado en una oscilación natural
La Oscilación del Sur El Niño (ENSO, por sus siglas en inglés) consiste en dos fases. Una de ellas es cálida, la que recibe el nombre de “El Niño”, la otra es fría y recibe el nombre de “La Niña”.
Las dos fases actúan sobre las aguas del este del Océano Pacífico ecuatorial. De forma natural, estas dos fases conforman un ciclo en las temperaturas de la superficie oceánica.
El primero de los estudios se titula “Solar Forcing of ENSO on Century Timescales”, que en español sería “Forzamiento solar de ENSO en escalas de tiempo de siglo”. Aparece en Geophysical Research Letters. Los autores buscaban comprender cómo ha respondido “El Niño” a las influencias naturales durante periodos extensos.
Para realizarlo se analizaron depósitos en cavernas que se conocen como espeleotemas. Se ubican al sur de Alaska. En ellos se conservan registros que abarcan 3,500 años. Los resultados de este estudio muestran que la variabilidad de “El Niño” ha cambiado desde la década de los 70 del siglo XX.
“Hasta hace unos 50 años, los cambios en la radiación solar jugaron un papel significativo en la formación de los patrones de El Niño”, explica en un comunicado el Doctor Paul Wilcox del Instituto de Geología de la Universidad de Innsbruck.
“A partir de los años setenta, sin embargo, vemos señales claras que sólo pueden atribuirse a las consecuencias del cambio climático provocado por el hombre”, agrega el investigador austriaco.
El segundo estudio se titula “A Walker switch mechanism driving millennial-scale climate variability”, que podría traducirse como “Un mecanismo interruptor Walker impulsa la variabilidad climática a escala milenaria”. Aparece en The Innovation Geoscience.
En él también participó Paul Wilcox. Aquí se buscaba estudiar un periodo más extenso, de 13,500 años. En este estudio se desarrolló un concepto nuevo: interruptor Walker.
A pesar de que Alaska se ubica al norte del planeta, ahí se encuentran reminiscencias del patrón climático del Pacífico ecuatorial durante épocas tan remotas como el Holoceno, cuando terminó la última glaciación.
El “interruptor Walker” se refiere a un mecanismo que se activa a partir de cambios en la radiación solar. Esto provoca cambios rápidos en las temperaturas superficiales del Pacífico ecuatorial. Posteriormente influye en los patrones climáticos del hemisferio norte en regiones como el Atlántico norte o Alaska.
“El concepto 'interruptor Walker' nos ayuda a explicar mejor la compleja interacción de factores que han dado forma a la dinámica climática en estas regiones”, describe Wilcox.
“El cambio climático puede haber llevado a un punto de inflexión climático que se cruzó en la década de 1970 con el inicio de un patrón más permanente de El Niño. Simultáneamente, la introducción del concepto 'interruptor Walker' proporciona una explicación alternativa para las variaciones climáticas históricas”, señala el investigador.
Los resultados de las investigaciones muestran que la actividad humana ha influido en el fenómeno “El Niño” en el último medio siglo. Se han sobreexpuesto factores naturales que tienen influencia en la oscilación climática del Pacífico ecuatorial.
El sistema terrestre es complejo y factores como la influencia solar que explica el “interruptor Walker” son una muestra de ello. Estudios como los mencionados resaltan la importancia de aumentar nuestra comprensión de los procesos climáticos.