Otis es un huracán fuera de lo común Copiar al portapapeles

Si bien el Océano Pacífico tiene actividad de huracanes, es poco común que uno toque tierra en costas mexicanas. Otis llegó a tierra y mostró un poder destructivo sin precedentes.

Pasó muy rápido de tormenta tropical a huracán, provocó desastres para los que no estaba preparado el estado de Guerrero y nos deja un antecedente de lo que podemos esperar en los próximos años. Las condiciones para que se desarrollara fueron muy particulares.

El Pacífico listo para formar huracanes en tiempo récord

La madrugada del 24 de octubre la Suite de radiómetros de imágenes infrarrojas visibles (VIIRS) registró el paso de Otis. Es un sensor satelital de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica estadounidense (NOAA). La imagen se capturó a las 2:30 a.m de Acapulco.

En ese momento Otis era una tormenta tropical. Sus vientos sostenidos alcanzaban los 100 kilómetros por hora. Se ubicaba a 335 kilómetros en dirección sur-sureste de Acapulco. En la imagen se reconocen desde estructuras de nubes frías hasta algunas más calientes debajo de la superficie. En ese momento no tenía un ojo de tormenta.

El 25 de octubre a las 12:25 a.m. Otis tocó tierra en la costa del pacífico mexicano. La situación era muy diferente a la de unas horas antes, cuando se obtuvo la imagen de la VIIRS. No se trataba de una tormenta tropical sino de un huracán de gran magnitud.

A su llegada a tierra Otis era un huracán de categoría 5. Sus vientos sostenidos alcanzaban los 270 kilómetros por hora. Otis no sólo es el huracán más fuerte que ha pasado por la costa del pacífico mexicano, además es el que ha ganado fuerza más rápido.

Otis tenía “todos los ingredientes correctos” para una intensificación rápida, de acuerdo con Scott Braun quien es meteorólogo investigador en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio estadounidense (NASA). Participa en la misión TROPICS.

Otis se convirtió en huracán sobre una superficie marina con temperatura alta, mucha humedad y un corte de viento vertical relativamente bajo. Esta combinación permitió su pase rápido de tormenta tropical a huracán.

“Las condiciones estaban presentes para una intensificación rápida, pero es difícil decir en este momento por qué la tasa y la magnitud de la intensificación eran tan grandes”, menciona Braun en un comunicado.

Desde el Centro Nacional de Huracanes se realizó el análisis de las condiciones. Se discutió las condiciones de predictibilidad y los modelos estadísticos muestran que había una amplia probabilidad de intensificación rápida.

“Un desafío clave para cualquier pronóstico es predecir el momento y la magnitud de la intensificación rápida”, señala Braun. “Es extremadamente difícil de hacer”, agrega.

Los datos de la misión TROPICS ayudan a comprender lo que ocurrió en Guerrero con la llegada del huracán Otis. El nombre de este programa es un acrónimo de Observaciones de estructura de precipitación e intensidad de tormenta con una constelación de pequeños satélites. La información que proveen permite a los investigadores comprender mejor los factores medioambientales que influyen en la estructura e intensidad de huracanes como Otis.

Otis se desarrolló muy rápido para predecir los daños que podría causar en el estado de Guerrero. Ahora es un caso particular pero la tendencia con el cambio climático es que cada vez ocurran más eventos climáticos extremos de este tipo. Será importante mejorar las técnicas para predecirlos y mantener a la población alerta.