¿Qué nos hace sentir miedo? Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
30 octubre, 2023
El miedo es algo que todos conocemos en mayor o menor medida. Está en nosotros de forma natural pero, ¿por qué lo sentimos?
Aunque a veces no lo notemos, el miedo está ahí para protegernos. Se trata de un mecanismo evolutivo que nos ayuda a sobrevivir. Aunque es algo natural, algunas personas lo experimentan de forma constante y esto es un riesgo para su salud.
¿Qué ocurre cuando tenemos miedo?
El miedo se reconoce por los efectos que tiene en nuestro cuerpo y la forma en que nos comportamos. Nuestro ritmo cardiaco aumenta, sudamos, nuestras pupilas se dilatan y liberamos un par de hormonas.
El proceso para sentir miedo comienza con la amígdala. Ante un estímulo puede interpretar que hay una amenaza y comenzará a secretar adrenalina y cortisol. Después el ritmo cardiaco y la frecuencia respiratoria se aceleran para llevar más oxígeno a los músculos.
La presión sanguínea y la cantidad de azúcar en la sangre aumenta para darnos más fuerza y energía. Algunos sistemas corporales no esenciales se suspenden para ahorrar energía, esto incluye al pensamiento racional.
El cortisol y la adrenalina juegan un papel muy importante en nuestra reacción ante el miedo. Como medio de supervivencia son muy útiles porque nos preparan para el combate o un escape a toda velocidad. Sin embargo, un exceso de estas dos sustancias puede traernos problemas de salud.
La adrenalina nos lleva a un estado de alerta. Gracias a ella podemos reaccionar con mayor rapidez ante estímulos amenazantes. Por otro lado, el cortisol permite que los músculos liberen más azúcar, lo que les aporta energía adicional.
Tipos de miedo
No todos los miedos tienen la misma naturaleza. Algunos son innatos y pareciera que estamos programados para sentirlos. Entre los más comunes está el miedo a las alturas o a los lugares cerrados. Las experiencias desagradables también crean otro tipo de miedos.
Algunos miedos son aprendidos. Si se nos induce a temer a una situación, desarrollaremos temor a ella. Por ejemplo, si alguno de nuestros padres o hermanos tiene un miedo en particular, es probable que pase a nosotros también. Si vivimos en un entorno donde se ve a las arañas como un peligro aprendemos a temerles.
El miedo por asociación aparece cuando relacionamos una sensación de amenaza con una situación o lugar. Por ejemplo, si escuchamos un sonido aterrador al caminar por la noche, desarrollaremos un miedo a salir a la calle cuando sea tarde.
Un detalle importante con el miedo es el contexto. Para que se active debemos enfrentarnos a la situación que reconocemos como peligrosa. Un mismo elemento podrá parecernos inofensivo o amenazante. Por ejemplo, un animal salvaje en un zoológico no representa ningún riesgo pero en otra situación podría generarnos un gran temor.
Miedos saludables y no saludables
Es normal sentir miedo ante una situación. Si reconocemos una amenaza la evitaremos. Sin embargo, en muchos casos ese miedo se vuelve insistente.
Si nuestro cuerpo reacciona frecuentemente con miedo podemos desarrollar úlceras, traumas y desórdenes mentales. Como reacción es un mecanismo que ayuda pero si permanece puede llevar a desórdenes psiquiátricos.
Al tener miedo constante el cuerpo produce mucho cortisol. De esta forma se consume todo el azúcar y baja el nivel de respuesta inmunológica. También es posible que el exceso de cortisol aumente el tamaño de la amígdala y disminuya otras regiones importantes para controlarlo.
Si sientes miedo tómalo como algo natural. Ahora que si regresa una y otra vez será mejor visitar a un profesional de la salud mental. Algunas personas durmieron con ropa muchos meses después del terremoto de septiembre de 2017 y tenían problemas para conciliar el sueño. No esperes a llegar a esos niveles.