Matthew, el huracán del Atlántico más poderoso en casi una década Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
10 abril, 2016
El huracán caribeño más poderoso en casi una década ha tocado tierra este martes 4 de octubre en Haití. El huracán llegó a la isla como una tormenta de categoría 4, con vientos de 230 kilómetros por hora.
Hasta el momento, una persona ha sido reportada muerta, además de crecidas de ríos, fuertes inundaciones e intensos daños en edificios.
El ojo del ciclón se situó a las 5 am hora local, a solo 56 kilómetros de la punta oeste de Haití, golpeando con fuertes vientos los pueblos costeros.
Se espera que el ojo del huracán llegue a Cuba el día de hoy, y algunos pronósticos predicen que el ojo llegará a la costa este de los EE.UU. el viernes.
A medida que el huracán se arremolinó sobre el Caribe el pasado 3 de octubre, la Estación Espacial Internacional alcanzó a observar la enorme tormenta.
Matthew es la 13ª tormenta de la temporada del Atlántico del 2016, pero también es la más poderosa desde el huracán Félix en el 2007. El 1 de octubre, Matthew alcanzó brevemente la categoría 5, con vientos superiores a los 252 km/h. Poco después la tormenta se redujo a categoría 4, con vientos máximos sostenidos de 230 km/h, los cuales representan sólo una parte de la amenaza para Haití, pues se pronostican muy fuertes lluvias, inundaciones y un oleaje intenso.
Pero, ¿qué está haciendo a Matthew tal bestia, y qué es exactamente lo que produce que un huracán llegue a ese nivel de intensidad?
La tormenta perfecta
Tormentas tan fuertes como Matthew son raras en el Atlántico, el Caribe y el Golfo de México. En una entrevista para LiveScience, el científico Chris Lancey asegura que para que un huracán tan potente como Matthew se forme tienen que darse varias condiciones.
El primer requisito es agua caliente del océano y no puede ser sólamente una capa superficial en la superficie del océano. De acuerdo a Lancey, el agua caliente proporciona la energía que alimenta una tormenta tropical - cuanto mayor sea la temperatura del agua y cuanta más agua caliente haya, mayor energía tendrá la tormenta y sus vientos podrán soplar más fuerte.
Otro factor importante para alimentar la fuerza de un huracán es una gran cantidad de aire húmedo, explica Lancey. Mientras que los huracanes se forman en los trópicos - donde el aire húmedo es generalmente abundante – el aire seco que se origina sobre África y Europa occidental con frecuencia encuentra su camino para debilitarlos.
La variable final que puede potenciar o debilitar un huracán es la cizalladura del viento - los rápidos cambios en la velocidad o dirección del viento a ciertas alturas atmosféricas - especialmente si impacta en la tierra. En ambos casos, la estructura del huracán se interrumpe, lo que lo debilita. Para que un huracán alcance la categoría 4 o 5, todas estas variables deben darse al mismo tiempo y de acuerdo a Lancey, no sucede a menudo.
Sin embargo, gran parte del daño que Matthew ha provocado en Haití, no será en realidad debido a las altas velocidades del viento, sino a la gran cantidad de precipitaciones.
Matthew y otros científicos coinciden en que el factor más importante para la pérdida de vidas en Haití son las inundaciones repentinas y los deslizamientos de tierra, ya que varias partes de la isla están muy deforestadas y posee una gran cantidad de población viviendo en los valles de los ríos.
Cuba, las Bahamas y Florida tendrán que están alerta y muy bien preparadas para la llegada de Matthew en los próximos días.
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Fuentes: