El primer proyecto de exploración lunar mexicano despega este enero Copiar al portapapeles

El 8 de enero de 2024 a las 2 a.m. está programado el despegue de la nave espacial Peregrine. Dentro de ella viaja el primer proyecto mexicano que explorará la Luna.

COLMENA es un conjunto de pequeños robots que harán exploración y minería lunar. El proyecto fue desarrollado por el Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Una colmena de microrobots para explorar la luna

Peregrine es una misión de carga. En la nave viajan 20 cargas útiles que son distintos proyectos científicos. La mayoría pertenecen a la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio estadounidense (NASA), a quien pertenece el proyecto. En ella viajan una carga de origen japonés, otra de origen alemán y una de origen mexicano.

La inspiración para este proyecto fueron los insectos. Estos seres de forma individual son poco versátiles, inteligentes o poderosos. Sin embargo, de forma colectiva son capaces de realizar tareas de gran complejidad.

“Cuando tienes seres relativamente simples que trabajan en forma colectiva, y que de manera grupal tiene capacidades que uno sólo no tiene, se obtienen grandes resultados. Hay que recordar que las grandes transformaciones que han sucedido a lo largo de la historia han sido realizadas por ese tipo de entidades que trabajan de manera colectiva”, menciona en un comunicado el investigador Gustavo Medina Tanco.

Medina Tanco, quien es investigador del ICN, dirigió al grupo de 250 estudiantes que desarrolló a los microrobots. A partir de un un grupo de pequeños robots se estudiará el suelo de la Luna, además se probarán diferentes conceptos y estratégias para la micro robótica espacial.

El proyecto consiste en cinco microrobots. Cada uno mide 10 centímetros de diámetro y 4 centímetros de altura. Su peso es de 57 gramos. Para crearlos se reunió un grupo de estudiantes de distintos grados en las áreas de ingeniería, astronomía, matemáticas, actuaría, química, geofísica, geología, psicología y diseño industrial.

Para este proyecto se hicieron todo tipo de pruebas. Los robots deben estar preparados para funcionar en las condiciones del medio ambiente lunar. El diseño de los robots se hizo en el Laboratorio de Instrumentación Espacial (LINX) del ICN.

Se hicieron distintos tipos de pruebas, eso incluyó vibración, resistencia, térmicas, de ciclado térmico, vacío y electrónica. Las primeras fueron individuales y posteriormente se pasó a las grupales.

Los robots han sido sometidos a temperaturas extremas similares a las de la Luna. “En el laboratorio metimos los robots en nitrógeno líquido a menos 170 grados y luego de golpe los metimos en aceite caliente a 150 grados”, recuerda Medina Tanco.

Fuera del laboratorio donde se desarrolló, COLMENA ha pasado por distintas pruebas en Estados Unidos. Desde noviembre de 2021 COLMENA se midió en la caja en que viajará a la Luna. En 2022 se hicieron pruebas de integración en la nave espacial.

A principios de diciembre de 2022 se realizaron pruebas de vibración y choques como ocurrirá cuando viaje en el cohete. Esto para confirmar que no se romperá durante el viaje. A finales de ese mismo mes se hicieron las pruebas de interferencia y acoplamiento electromagnéticos, esto para confirmar que las cargas no crearán interferencia entre ellas.

En enero de 2023 la nave llegó al Centro de Vuelo Espacial para las pruebas térmicas y de vacío. En febrero se hicieron los últimos ajustes en el Software de navegación de COLMENA. Posteriormente la nave se llevó a Cabo Cañaveral para integrarse con el cohete Vulcan Centaur, de la United Launch Alliance (ULA), donde despegará Peregrine.

La fecha tentativa de lanzamiento es en unos días. Como en cualquier misión espacial, las condiciones medioambientales podrían posponer los planes. COLMENA está lista para su viaje a la Luna y en poco tiempo tendremos noticias de este proyecto mexicano en nuestro satélite natural.