Hace 1,500 años los mexicanos ya criaban y consumían pavo Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
28 mayo, 2019
El próximo 24 de noviembre, millones de estadounidenses se sentarán a disfrutar del tradicional pavo que acompaña a la celebración del Día de Acción de Gracias. Aunque esta tradición –que también se celebra en otros países como Canadá- tiene sólo unos pocos siglos de antigüedad, nueva evidencia arqueológica sugiere que en los valles centrales de Oaxaca, en México, el pavo formaba parte del menú mucho tiempo antes; por lo menos hace 1,500 años.
De hecho, un grupo de investigadores relata en un nuevo estudio, publicado en el Journal of Archaeological Science: Reports, que encontraron una gran cantidad de restos de pavo en un sitio habitado por zapotecas, sugiriendo que, en ese entonces, el pavo era el segundo animal preferido para los alimentos, solamente superado por el perro.
Los arqueólogos excavaron restos de pavos adultos y jóvenes, así como huevos y fragmentos de cáscara de huevo en estructuras residenciales fechadas entre 300 y 1,200 A.D. El lugar y el contexto de los huesos y de las cáscaras de huevo sugieren el uso doméstico y ritual de los animales, y las múltiples líneas de evidencia, indicaron que la cría y la domesticación de pavos eran algo común en la región por los años 400 y 600 A.D., brindando la evidencia más temprana conocida de la domesticación del pavo, según los autores del estudio.
Tres subespecies de pavo salvaje (Meleagris gallopavo) son nativas de México, mientras que los restos encontrados de pavo fueron abundantes en el sitio conocido como la Fortaleza de Mitla. Algunos restos fueron encontrados en áreas donde se enterró basura doméstica, pero otros - tanto huevos como huesos - fueron descubiertos dentro de los hogares, asociándolos con rituales domésticos.
Los arqueólogos también encontraron tres esqueletos de pavo en una tumba, probablemente parte de un sacrificio fúnebre. Además se encontraron dos palas de obsidiana que probablemente se hayan utilizado para matar a las aves.
De acuerdo a los autores del estudio, el registro arqueológico sugiere que los pavos eran sacrificados por los zapotecas como una serie de rituales asociados con el matrimonio, el nacimiento y la muerte, y para brindar protección contra la mala salud y las malas cosechas.
Otros estudios han demostrado la importancia de los pavos en la cultura Zapoteca ante la evidencia de huesos de pavo incorporados en su vida cotidiana. Aproximadamente una cuarta parte de los huesos de pavo que los investigadores encontraron fueron utilizados como herramientas o joyas.
Estos hallazgos representan la evidencia más fuerte y más temprana hasta la fecha de que el pavo fue criado en hogares para ser consumido en alimentos y utilizado en rituales - tradiciones que aún mantienen los zapotecas que viven en Oaxaca, según el coautor del estudio Gary Feinman , un arqueólogo del Field Museum de Chicago.
Aunque la mayoría de los restos encontrados fueron de pavo, los investigadores también encontraron restos de otros animales, como tortugas, ciervos, zarigüeyas, zorrillos y zorzales, así como varios tipos de pájaros.
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