Una corriente clave del Atlántico muestra signos de colapso Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
12 febrero, 2024
Un grupo de científicos muestra a través de un modelo climático que la corriente del Atlántico (AMOC) está en condiciones de colapsar. Esta corriente se encarga de regular la temperatura oceánica.
El estudio publicado en la revista científica Science Advances describe los cambios en la distribución del calor que podría provocar este evento. El rango en que es posible que esto ocurra comienza el próximo año.
Una banda transportadora en riesgo
El estudio fue realizado por un grupo de científicos del Instituto de Investigación Marina y Atmosférica de la Universidad de Utrecht. De acuerdo con los investigadores las corrientes marinas del Atlántico están cada vez más debilitadas.
AMOC son siglas de Atlantic meridional overturning circulation, que podría traducirse como “circulación de vuelco meridional del Atlántico” o “Corriente Circular del Atlántico”. La corriente del Golfo forma parte de este sistema.
La AMOC realiza un intercambio de agua cálida y superficial del trópico y agua fría profunda del Atlántico Norte. Gracias a ella el clima se mantiene templado en una parte importante del hemisferio norte. Otra de sus funciones es transportar nutrientes esenciales para la vida oceánica.
Desde hace décadas la comunidad científica ha alertado sobre los riesgos en la estabilidad de la circulación en esta corriente. El cambio climático y el derretimiento de hielo que produce ha modificado las condiciones de calor y salinidad que determina la fuerza de las corrientes.
El transporte de calor de esta corriente es único en los océanos del mundo. A ella se debe el transporte del 25% del calor entre atmósfera y océano del hemisferio norte. De acuerdo con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica estadounidense (NOAA), sin esta corriente lugares al noroeste de Europa como Inglaterra tendrían climas más fríos sin la AMOC.
Además es un sumidero de carbono de gran capacidad, es el más grande del hemisferio norte. Al año consume 0.7 petagramos de carbono; un petagramo equivale a un uno seguido de quince ceros en gramos. Esta cifra es muy cercana a una gigatonelada de carbono anual.
Las observaciones directas de la fuerza de la AMOC comenzaron en 2004. Sin embargo, se estima que en los últimos 150 años, este sistema de corrientes se ha debilitado más que en los últimos 1,500 años. De la mitad del siglo XX hasta ahora se ha debilitado cerca del 15%.
De acuerdo con el estudio, el colapso de la AMOC ocurrirá entre 2025 y 2095, con un 95% de certeza. El momento más probable para que esto ocurra es en 2057. Entre las consecuencias estaría el calentamiento de los trópicos y el aumento de las tormentas.
“Se trataría de un cambio muy, muy grande. La AMOC no se ha apagado desde hace 12.000 años”, de acuerdo con el profesor Peter Ditlevsen, quien participó en el estudio. “Creo que deberíamos estar muy preocupados”, señala.
El colapso de la Corriente Circular del Atlántico tendría una serie de consecuencias a nivel mundial. Las lluvias en India, Sudamérica y África occidental se verían afectadas. Europa viviría más tormentas y temperaturas más bajas. La costa oriental de Norteamérica experimentaría un aumento en el nivel del mar, lo que afectaría incluso a la selva amazónica. Finalmente, las capas de hielo de la Antártida podrían desaparecer.
El estudio publicado por Science Advances va mucho más allá que otros análisis previos. De acuerdo con las evaluaciones del Panel Internacional sobre Cambio Climático (IPCC) es poco probable un colapso total de la AMOC durante el siglo XXI. Se menciona que la corriente se debilitará pero no se detendrá.
Este nuevo estudio aporta datos de gran valor para comprender la forma en que funciona la Corriente Circular del Atlántico. Inmediatamente se han hecho públicas respuestas de otros científicos que no participaron en el estudio que no consideran un final tan inmediato para la AMOC. Sin embargo, sabemos que se está debilitando.