Un estudio muestra que los microplásticos contaminan los restos arqueológicos Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
23 marzo, 2024
El plástico se convirtió en un material popular a partir de la segunda mitad del siglo XX. Su uso masivo trajo como consecuencia la presencia de microplásticos en todo el planeta.
Podría pensarse que los restos arqueológicos están a salvo por su antigüedad pero no es así. Un estudio realizado por investigadores de las universidades de York y Hull muestra que han llegado a muestras de suelo de restos arqueológicos.
Una alerta para la conservación arqueológica
La conservación in situ de restos arqueológicos ha sido la mejor alternativa para distintos restos de valor histórico. Sin embargo, las condiciones naturales en que se busca conservarlos no son ajenas a problemas contemporáneos como la contaminación por microplásticos.
Los microplásticos son pequeñas partículas de plástico. Su tamaño va de 1 micrómetro (μm), que equivale a la milésima parte de un milímetro, a 5 milímetros.
Los microplásticos provienen de una gran variedad de fuentes. Su origen puede estar en grandes piezas de plástico que se rompieron o gránulos de resina que se usaron para fabricar plásticos para cosméticos (un componente que fue común hasta antes de esta década).
Un ejemplo de este tipo de restos arqueológicos que se han expuesto a los microplásticos son los vikingos que se encontraron en Coppergate, York, en Reino Unido. Se mantuvieron sumergidos por más de mil años y se conservaron muy bien hasta su descubrimiento.
Sin embargo, un elemento ajeno como los plásticos puede poner en riesgo los restos arqueológicos. Su presencia podría provocar alteraciones químicas en su composición.
“Estamos familiarizados con los plásticos en los océanos y en los ríos. Pero aquí vemos nuestro patrimonio histórico incorporando elementos tóxicos”, describe en un comunicado el profesor John Schofield, quien participó en el estudio.
“En qué medida esta contaminación compromete el valor probatorio de estos depósitos, y su importancia nacional es lo que intentaremos averiguar a continuación”, agrega Schofield, quien pertenece al Departamento de Arqueología de la Universidad de York.
El equipo de investigadores encontró pequeñas partículas de microplásticos en depósitos de restos arqueológicos. Las muestras provienen de excavaciones a siete metros de profundidad que se recolectaron a finales de la década de los 80 del siglo pasado.
“Parece un momento importante, confirma lo que debimos haber esperado: que lo que antes se pensaba que eran depósitos arqueológicos prístinos, maduros para la investigación, están contaminados de hecho con plásticos, y que esto incluye depósitos muestreados y almacenados a finales de 1980”, señala el profesor Schofield.
La preservación de restos arqueológicos en el lugar en que fueron descubiertos (in situ) ha sido la opción preferida por una generación. Los hallazgos de esta investigación muestran que esta elección debe reconsiderarse porque compromete su preservación.
Los microplásticos parecen un problema medioambiental reciente pero están apareciendo en lugares que parecerían inalcanzables para estos materiales. El estudio identificó 16 microplásticos de polímeros de diferentes tipos. Se analizaron muestras recientes y también de archivo.
“Este nuevo estudio muestra que las partículas se han infiltrado en depósitos arqueológicos, y al igual que los océanos, esto es probable que haya estado sucediendo durante un período similar, con partículas encontradas en muestras de suelo tomadas y archivadas en 1988 en Wellington Row en York”, relata David Jennings, quien es director ejecutivo de Arqueología en York.
El artículo que detalla el descubrimiento se publicó recientemente en la revista científica Science of the Total Environment. El estudio fue financiado por la caridad educativa de York Archaeology.