El Webb ayuda a encontrar el origen del mayor estallido de rayos gamma que se conoce Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
13 abril, 2024
GR B221009A es el mayor estallido de rayos gamma que se conoce (GRB, por sus siglas en inglés). Se observó por primera vez el 9 de octubre de 2022.
A GR B221009A se conoce con el apodo de B.O.A.T., que son siglas de “brightest of all time”, o “más brillante de todos los tiempos” en español. Un grupo de investigadores, entre los que se encuentran algunos de sus descubridores, reconoció su origen.
El origen de B.O.A.T.
Para el estudio publicado en la revista Nature Astronomy se recurrió al Telescopio Espacial James Webb (JWST). Los datos que se usaron fueron de +168 y +170 días después de los disparos de rayos gamma.
Los investigadores concluyeron que se trata de una supernova del tipo SN 1998bw (SN) y descrita por la ley de poder de resplandor posterior. No encontraron evidencia de un componente de la emisión del proceso r.
B.O.A.T. se originó con el colapso y posterior explosión de una estrella masiva. Así que esta GRB es una supernova. Así se confirmó gracias a las observaciones desde el Webb.
Al principio los investigadores confiaban en encontrar evidencia de la presencia de elementos pesados como platino y oro dentro de la supernova. Sin embargo, no se encontraron firmas de estos elementos. Así que el origen de los elementos pesados en el universo es algo que se mantiene como una pregunta abierta para los astrónomos.
“Cuando confirmamos que el GRB fue generado por el colapso de una estrella masiva, eso nos dio la oportunidad de probar una hipótesis de cómo se forman algunos de los elementos más pesados del universo”, relató Peter K. Blanchard al medio electrónico EurekAlert.org.
Blanchard pertenece al Centro para Exploración Interdisciplinaria e Investigación en Astrofísica (CIERA) de la Universidad del Noroeste, en Evanston, Illinois, en Estados Unidos. Él aparece como primer firmante del estudio.
De acuerdo con Blanchard, que B.O.A.T. no tenga rastros de elementos pesados sugiere que los GRB extremadamente energéticos no los producen. Sin embargo, eso no determina que ocurra lo mismo con todos.
Las futuras observaciones con el Webb ayudarán a comprender mejor cómo se producen los elementos pesados. Habrá que estudiar otros estallidos cósmicos para saber si los producen o no.
Lo que sabemos de B.O.A.T.
Cuando B.O.A.T. fue descubierto era tan brillante que saturó la mayoría de los detectores de rayos gamma del mundo. La explosión ocurrió aproximadamente a 2.4 mil millones de años luz de la Tierra.
Este GRB proviene de la constelación de la saeta. Cuando se detectó duró unos segundos. Desde el principio sorprendió a los astrónomos por su intenso brillo; es el más brillante que se conoce por un factor posiblemente mayor a 10.
“Somos afortunados de vivir en un tiempo cuando tenemos la tecnología para detectar estas explosiones que suceden en todo el universo. Es muy emocionante observar un fenómeno astronómico tan raro como el B.O.A.T. y trabajar para entender la física detrás de este evento excepcional”, señala Blanchard.
Blanchard resalta que a pesar del intenso brillo, se puede considerar a B.O.A.T. como una supernova normal. Las observaciones en infrarrojo desde el Espectrógrafo de Infrarrojo Cercano del Webb revelan la presencia de elementos típicos en las supernovas, ejemplo de ello son el oxígeno y el calcio.
De las propuestas sobre el origen de los elementos pesados, hasta ahora se tiene confirmación de una. Desde el Observatorio de Interferómetro Láser de Ondas Gravitacionales (LIGO), se confirmó en 2017 que surgen en la fusión de dos estrellas de neutrones.
Las observaciones sobre B.O.A.T. muestran que, al menos en este caso, la supernova no los produce. Las incógnitas sobre la formación de los elementos pesados en el universo continúan.