Los elefantes tienen nombres para llamarse entre sí Copiar al portapapeles

Los elefantes africanos se reconocen por un sonido propio, algo similar a nuestros nombres. Un estudio publicado recientemente por la revista científica Nature Ecology & Evolution lo documenta.

Algunas especies son reconocidas por imitar sonidos, es el caso de los delfines y los loros. Sin embargo, un análisis asistido por Inteligencia Artificial (IA) permitió reconocer que los elefantes usan sonidos particulares para llamarse que no surgen de la imitación.

Otra especie que utiliza nombres

Los humanos usamos nombres para reconocernos como individuos. Incluso lo usamos con otros seres que conviven con nuestra especie. Sin embargo, no tenemos garantía de que otras especies lo hagan. Recientemente un grupo internacional de investigadores exploró esta práctica en elefantes.

“Tienen la capacidad de llamar individualmente a determinados miembros de su familia con una llamada única”, explicó Mickey Pardo al medio estadounidense The New York Times. Él es biólogo acústico del Laboratorio de Ornitología de Cornell y aparece como primer firmante del estudio.

Para el estudio se analizaron 469 vocalizaciones de grupos familiares de hembras adultas y sus crías. El registro se realizó en el Parque Nacional de Amboseli, que se ubica entre las reservas naturales de Samburu y Buffalo Springs, en Kenia.

Se analizaron los retumbos de elefantes. Estos sonidos suelen escaparse al oído humano. Las trompetas son mucho más populares pero estos son más bien “arrebatos emocionales”, de acuerdo con Pardo.

El tono de los retumbos es más bajo que el de las trompetas. La mayoría de las vocalizaciones de elefantes son de este tipo y se usan en muchas de sus interacciones sociales.

Como el sonido de los retumbos es difícil de reconocer para el oído humano, los investigadores recurrieron a una máquina de aprendizaje automático. Gracias al uso de la IA lograron descomponer las distintas llamadas que los elefantes hacen entre ellos.

Los elefantes respondían a retumbos particulares de otros elefantes. Con esto en mente los investigadores prepararon a su máquina de aprendizaje automático. Con esto pudieron explorar la estructura acústica de los llamados.

Los investigadores no tienen claro todavía en qué parte de la vocalización se encuentra el nombre de cada elefante. Lo que sí notaron, es que los resultados que arrojaba sus sistema de inteligencia artificial acertaban para identificar al destinatario del llamado.

El siguiente paso después de identificar a quienes iban dirigidos los llamados particulares fue ponerlo a prueba. Para esto reprodujeron los sonidos en presencia de los elefantes y grabaron sus reacciones en video.

Lo que encontraron en el registro audiovisual fue que los elefantes reaccionaban más enérgicamente cuando el llamado iba dirigido a ellos. Al escuchar su “nombre” apuntaban con las orejas y respondían produciendo nuevos retumbos.

A diferencia de los animales que imitan sonidos, los elefantes africanos no repiten un sonido que escuchan de otros. Son los primeros animales no humanos que se llaman entre sí por algo similar a los nombres que se basan en sonidos abstractos.

Por ahora se trata de resultados preliminares. Pardo aclara que incluso si los elefantes se llamaran entre sí por sonidos arbitrarios, el hallazgo sería significativo. Esto se debe a que sería un proceso similar al que realizamos los humanos al nombrar objetos que no emiten sonidos y no se pueden imitar. 

Los datos no son suficientes para determinar si los elefantes pueden nombrar también objetos. Por la forma en que se nombran entre ellos la posibilidad queda abierta.

Entre las utilidades de usar nombres está que el grupo se dispersa al buscar alimentos y es importante mantener el contacto con miembros específicos. Que los elefantes se nombren entre sí indica que el vínculo social es muy importante para ellos.