Las siete maravillas de nuestro sistema solar Copiar al portapapeles
POR: Antonio Medina
8 julio, 2024
Así como nuestro planeta está repleto de maravillas naturales, como las Cataratas del Iguazú, el Río Amazonas o la Montaña de Mesa, nuestro sistema solar también esconde una serie de elementos fascinantes que deben ser considerados maravillas. Aquí te mostramos algunas.
7. Encélado
Saturno tiene al menos 150 satélites, entre ellos Titán, Mimas, Tetis, Dione o Hiperión, pero ninguno de ellos tan fascinante como Encélado.
Con unos 500 kilómetros de diámetro, es la sexta luna más grande de Saturno, pero lo que la hace realmente espectacular son los géiseres que emanan de su polo sur. Encélado está cubierta por una capa de hielo de 40 km de espesor, pero su interior guarda un océano global que al ser calentado por su manto rocoso libera hacia la superficie unas columnas de vapor de agua, partículas de hielo y compuestos orgánicos.
Por si esto fuera poco, se piensa que el agua subterránea de Encélado, podría contener los ingredientes necesarios para la existencia de alguna forma de vida primitiva, lo cual lo hace aún más interesante y atractivo.
6. La Gran Mancha Roja de Júpiter
El gigante de nuestro sistema solar esconde muchas maravillas, pero tal vez ninguna tan peculiar como la llamada “Gran Mancha Roja”. Esta colosal mancha, ubicada al sur del ecuador de Júpiter no es otra cosa que la madre de todas las tormentas. Mide unos 16,000 km de diámetro y aunque ahora cabrían 1.3 Tierras dentro, hace unos años, las dimensiones de esta tormenta permitían albergar 3 Tierras completas.
Los científicos aún desconocen la razón por la que se formó la tormenta, pero se calcula que ha existido por más de 300 años. Sus vientos, de más de 600 kilómetros por hora, giran en dirección contraria a las manecillas del reloj, debido al sistema de alta presión que existe en el planeta. Esta tormenta inextinguible, es la más grande de todo nuestro sistema planetario y sin duda una maravilla más de nuestro vecindario cósmico.
5. Los anillos de Saturno
Para muchos, el planeta más bello de nuestro sistema solar es Saturno, y es que no es el único que tiene anillos, pero sí el que tiene los más espectaculares.
Este sistema de anillos planetarios que rodea a Saturno está formado por miles de millones de partículas de hielo y roca de tamaños tan variados que van desde un diminuto grano de polvo hasta una montaña. Si bien se suele decir que tiene 4 grupos principales de anillos y 3 más angostos y delicados, el planeta tiene más de doce.
Se cree que los anillos son pedazos de cometas, asteroides o lunas pastoras que se desintegraron antes de que llegaran al planeta. Cada anillo orbita a una velocidad diferente y su tamaño y estructura son parte de la influencia gravitacional de varias lunas de Saturno, conocidas como “lunas pastoras”.
Dos de las pequeñas lunas de Saturno orbitan dentro de los espacios que existen entre los anillos principales.
4. Cinturón de Asteroides
Además de adornar nuestro sistema solar, el cinturón de asteroides por si solo es una verdadera maravilla. Millones de objetos orbitando al Sol de manera conjunta y dividiendo a los planetas internos y externos de nuestro sistema solar.
En realidad el cinturón de asteroides es un cementerio de escombros poblado por millones de objetos rocosos que quedaron sueltos durante la formación de nuestro sistema solar. Cientos de millones de kilómetros de objetos que van desde el tamaño de un balón de fútbol americano hasta asteroides que tiene las dimensiones de una ciudad.
A pesar de todo esto, si todos los objetos que orbitan en el cinturón de asteroides se unieran, no formarían una masa más grande que nuestra Luna. El objeto astronómico más grande que se encuentra en el Cinturón de asteroides, es Ceres, que tiene la categoría de planeta enano y que tiene un diámetro de alrededor de 950 kilómetros y una superficie cuatro veces más grande que el estado de Texas, Estados Unidos.
3. Monte Olimpo
Ubicado en el hemisferio occidental del planeta rojo, el Monte Olimpo es el volcán más grande de nuestro sistema solar. La base del volcán tiene 600 kilómetros de diámetro y cubre una superficie de 295 mil kilómetros cuadrados, comparable al tamaño de un país como Ecuador. Desde la base hasta su punto más alto hay 26 kilómetros, lo que equivale a más de tres veces la elevación de la cima del Monte Everest, el volcán más alto de la Tierra.
El Monte Olimpo es el resultado de miles de flujos basálticos de lava. Se calcula que la ultima vez que salió lava de su cráter de 85 kilómetros de diámetro, fue hace 115 millones de años, aunque recientemente la sonda Mars Express detectó flujos de lava en las pendientes que datan de hace tan sólo un par de millones de años, algo relativamente reciente en la historia geológica, por lo que podría significar que el volcán sigue activo.
Se piensa que debido a la falta de placas tectónicas en el suelo marciano, este volcán pudo alcanzar las gigantes dimensiones que ahora tiene. Para darnos una idea de quÉ tan grande es, podemos imaginarnos 100 veces el volcán más grande de la Tierra, el Mauna Loa y ese sería su tamaño.
2. Superficie Solar
La estrella que ilumina nuestro sistema solar tiene muchas peculiaridades, pero ninguna tan interesante como su superficie. El Sol, no tiene una superficie sólida como nuestro planeta, pero sí tiene un límite que define su forma esférica y es conocida como la fotosfera, una ruidosa, caliente y violenta nube de plasma, la cual es una de las maravillas de nuestro sistema solar debido a la gran cantidad de fenómenos que en ella suceden.
Manchas solares ocasionadas por las líneas magnéticas de nuestro astro que oscurecen y enfrían ciertas regiones del Sol; erupciones solares que son tan fuertes que calientan el plasma a temperaturas de varios millones de grados y que pueden arrojar partículas cargadas a velocidades inimaginables, dando pie a las hermosas auroras polares que podemos admirar en nuestro planeta o los bucles de corona que podemos apreciar como una especie de destellos que salen de la fotosfera para luego ser arrastrados por el magnetismo solar de nueva cuenta hacia la superficie del sol.
Todos estos y muchos más son los grandes fenómenos que convierten en una maravilla a la superficie de nuestro Sol.
1. La Tierra
No es porque sea nuestra casa pero no hay una maravilla más impresionante en este sistema solar que el planeta en el que habitamos. Una esfera sólida donde podemos encontrar agua, una atmósfera llena de oxígeno y enormes océanos que cubren dos tercios del planeta, lo convierten en el único cuerpo celeste de nuestro sistema solar que contiene las características necesarias para que exista vida como la conocemos.
Se encuentra a la distancia correcta del Sol, para no cocinarnos en un horno o congelarnos en una nevera, y posee la proporción perfecta de tierra, agua y oxígeno para que todos las formas de vida que residen en él puedan subsistir.
4,500 millones de años dieron pie a que la vida fuera evolucionando desde una simple bacteria hasta las formas más complejas de vida existentes, como los seres humanos, los cuales sólo llevamos 200 mil años disfrutando de esta maravilla, pero seguramente –si trabajamos para lograrlo- podremos seguir disfrutando de todo lo que nos ofrece por varios miles de años más.