El jaguar mexicano en el día que lo celebra Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
29 noviembre, 2024
Desde 2018 se celebra el Día Internacional del Jaguar, así se decidió en la Convención sobre Diversidad Biológica auspiciada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El objetivo es crear conciencia sobre lo importante que es proteger a este gran felino americano que actualmente se encuentra amenazado.
Un informe reciente del World Wildlife Fund (WWF) sobre el impacto socioeconómico de los hábitats del jaguar en latinoamérica señala 15 paisajes prioritarios para esta especie. Ahí se menciona que el valor estimado de estos 15 paisajes supera hasta seis veces la actividad económica de la región.
Un gran felino que vive bajo amenaza
A lo largo del continente se le conoce con diferentes nombres: jaguar, panthera onca, Uturunco, Nahuel, Balam y yaguareté. Es el mayor felino americano. Esta especie es una pieza clave para preservar los ecosistemas en los que vive de una forma funcional.
Sus presas varían de acuerdo con las especies locales. A lo largo de Latinoamérica los jaguares se alimentan de venados cola blanca, jabalíes, tapires, pecaríes, conejos, armadillos, roedores, caimanes y aves terrestres y acuáticas como garzas y patos.
“El jaguar es mucho más que un símbolo cultural; representa un recurso estratégico para la estabilidad ambiental y económica de la región. Proteger sus hábitats significa también resguardar una fuente de riqueza natural que impulsa el desarrollo sostenible en América Latina”, menciona en un comunicado Roberto Troya, quien es Director Regional para América Latina y el Caribe del WWF.
Una de las mayores amenazas para el jaguar es la pérdida de su hábitat. De acuerdo con el WWF ha perdido el 50%. A esto se suma la cacería en represalia y los cambios ambientales.
Actualmente existen 173,000 jaguares en América Latina. Se distribuyen en 18 países.
El WWF define al paisaje como un sistema de ecosistemas naturales y/o modificados por el ser humano a través de distintas actividades. En un paisaje pueden darse distintos usos a la tierra como agricultura, explotación forestal, conservación de la biodiversidad y las zonas urbanas.
El informe del WWF considera estudios de campo en 5 paisajes donde habita el jaguar: Selva Maya (México), Cuenca del bajo Pastaza (Ecuador), Suroeste de la Amazonía (Bolivia), Pantanal (Paraguay) y Misiones-Alto Paraná (Argentina).
En total, los 15 paisajes que considera el informe tienen un valor estimado de entre 1.5 y 4 billones de dólares estadounidenses al año. Abarcan 244.3 millones de hectáreas. Recorren 14 países. Son el hogar de 62 millones de personas. Anualmente generan 708.3 millones de dólares estadounidenses en actividades económicas como comercio, transporte, banca y educación.
El jaguar es un depredador tope. Su rol ecológico es muy importante para mantener sanos a los ecosistemas. Para existir de manera libre y natural requiere grandes extensiones de tierra.
Se lo conoce como especie sombrilla. Es un indicador de la conservación de los ecosistemas y de comunidades funcionales de animales y de plantas. Su presencia trae beneficios a otras especies con las que cohabita.
De acuerdo con el WWF los hábitats de los jaguares cumplen al menos 13 servicios ambientales que sustentan a las sociedades humanas. Mantienen la biodiversidad, proveen agua en calidad y cantidad, capturan carbono, reducen el riesgo de desastres, polinizan cultivos y controlan plagas.