El Sol, nuestra estrella más cercana Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
26 mayo, 2025
El Sol es mucho más que un círculo brillante en el cielo. Es una estrella activa, poderosa y esencial para la vida en la Tierra. Sin su luz y calor, no podríamos existir. Pero además de mantenernos con vida, el Sol tiene una historia fascinante, una estructura compleja y un comportamiento que afecta incluso a los satélites y a los astronautas en el espacio.

¿Qué tipo de estrella es el Sol?
El Sol es una enana amarilla, una estrella de tamaño medio dentro del universo. Aunque comparado con otras estrellas puede parecer pequeño, dentro de nuestro Sistema Solar es el cuerpo más grande y con más masa: contiene el 99.8% de toda la masa del sistema.
Tiene unos 4,600 millones de años de edad y se encuentra aproximadamente a 150 millones de kilómetros de la Tierra (una distancia conocida como una unidad astronómica).
¿De qué está hecho el Sol?
El Sol no tiene una superficie sólida. Está compuesto principalmente por hidrógeno (alrededor del 74%) y helio (24%), además de otros elementos en menor cantidad. En su núcleo ocurren reacciones de fusión nuclear, donde el hidrógeno se convierte en helio, liberando una enorme cantidad de energía en forma de luz y calor.
Capas del Sol

El Sol tiene varias capas que funcionan como una máquina de energía:
- Núcleo: donde ocurren las reacciones nucleares.
- Zona radiativa: por donde viaja la energía lentamente.
- Zona de convección: gases calientes suben y fríos bajan, creando movimiento.
- Fotosfera: la “superficie” visible del Sol.
- Cromosfera y corona: capas exteriores visibles durante un eclipse.
La corona solar alcanza temperaturas más altas que la fotosfera, lo cual es un misterio que los científicos aún estudian.
Actividad solar
Al ser una estrella muy activa, el Sol, constantemente lanza al espacio partículas cargadas de energía y radiación. Esta actividad solar no solo ilumina nuestros días, sino que también provoca fenómenos poderosos como explosiones, tormentas solares y vientos solares que viajan por todo el Sistema Solar. A todo esto se le conoce como clima espacial, y aunque ocurre lejos de la superficie terrestre, puede tener efectos reales en nuestro planeta, en los satélites y hasta en los astronautas.
Afortunadamente, la Tierra tiene un campo magnético que la rodea como un escudo. Este campo desvía muchas partículas peligrosas que vienen del Sol. Gracias a él, la mayoría de nosotros no sentimos nada extraño cuando hay clima espacial.
Solo en casos muy fuertes puede haber apagones eléctricos o interferencias en las señales de telecomunicación.
El ciclo solar
El Sol tiene un ciclo de actividad de 11 años, donde aumenta y disminuye la cantidad de manchas solares, llamaradas y tormentas. Actualmente, estamos en el Ciclo Solar 25, que inició en 2019 y alcanzará su punto máximo de actividad alrededor de 2025.
¿Cómo lo estudian los científicos?
Los científicos observan al Sol desde satélites espaciales, telescopios terrestres y sondas solares como:
- SOHO: Observa el clima solar desde 1995.
- Parker Solar Probe: Se lanzó en 2018 y es la nave que más se ha acercado al Sol.
- Solar Orbiter: Lanzada en 2020, estudia los polos solares.
Gracias a estas misiones sabemos más sobre cómo funciona el Sol y cómo predecir su actividad.