Proba-3 fotografía la corona solar con un eclipse artificial Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
16 junio, 2025
Proba-3 de la Agencia Espacial Europea (ESA) es una misión espacial que consiste en dos satélites que son capaces de actuar como si fueran uno mismo. Recientemente se publicó su primera imagen de la corona solar.
Para obtenerla se realizó un eclipse solar artificial. Esta maniobra la realizaron estando en órbita y es una muestra de lo que este tipo de tecnología de vuelo permite hacer para el estudio de la atmósfera solar.
Dos satélites en un mismo movimiento
Los satélites que conforman Proba-3 cuentan con un conjunto de tecnologías de posicionamiento. Esto permitió que formaran un “eclipse solar artificial”. Es la primera vez que se realiza una maniobra de este tipo.
En la acción intervinieron el Coronógrafo y el Ocultador, los dos satélites. Volaron a una distancia de 150 metros en una formación perfecta. Se mantuvieron así por varias horas sin intervención del equipo de operación terrestre.
El ocultador se alineó para cubrir el disco solar ante el Coronógrafo con un disco de 1.4 metros de largo.Esto provocó una sombra de 8 centímetros de diámetro que percibió el instrumento óptico ASPIICS, su nombre son las siglas en inglés para Asociación de Naves espaciales para Polarimetría e Investigación de Imágenes de la Corona del Sol.
El instrumento ASPIICS es una colaboración de la ESA y el consorcio industrial belga Centre Spatial de Liège. Cuando la sombra cubre una apertura de 5 centímetros, el instrumento es capaz de capturar imágenes de la corona solar sin que el brillo del Sol le interrumpa.
El estudio de la corona solar es importante para la investigación de distintos fenómenos. Entre ellos está el estudio del viento solar, las eyecciones de masa coronal (CME) y las explosiones de partículas solares que en periodos activos ocurren todos los días.
Los efectos de estos fenómenos incluyen a las auroras que se forman en los polos y riesgos para dispositivos tecnológicos de comunicación. Entre estos últimos están los sistemas de navegación, las transmisiones eléctricas y las telecomunicaciones.
Todavía existen muchos misterios alrededor de la corona solar. Por ejemplo, su temperatura está por encima del millón de grados Celsius y eso significa que es más caliente que la superficie solar. La comunidad científica ha discutido este detalle por mucho tiempo ya que resulta contrario a la intuición.
Proba-3 no tiene el único coronógrafo que existe pero sí tiene una posición privilegiada para hacer sus observaciones. Gracias a la reducción de luz en sus capturas, es posible registrar detalles más tenues.
“Ver los primeros datos de ASPIICS es increíblemente emocionante. Junto con las mediciones realizadas por otro instrumento a bordo, DARA, ASPIICS contribuirá a desentrañar preguntas de larga duración sobre nuestra estrella anfitriona”, explica en un comunicado Joe Zender, quien participa como científico en el proyecto Proba-3.
El Radiómetro Digital Absoluto (DARA) es un instrumento que medirá la irradiación solar total, específicamente la energía que el Sol emite en un momento dado. Otro de los instrumentos que forman parte de Proba-3 el Espectrómetro de Electrones Energéticos 3D (3DEES), que detectará los electrones en los cinturones de radiación terrestre, medirá su dirección de origen y sus niveles energéticos.
Las imágenes se procesarán en el Centro de Operaciones de Ciencia (SOC) del Observatorio Real de Bélgica. Ahí un grupo de científicos e ingenieros creará comandos operativos de acuerdo a las peticiones de la comunidad científica y compartirá los resultados de observación.
Andrei Zhukov, quien es Investigador Principal de ASPIICS en dicho observatorio, menciona que ahora las observaciones se extenderán a seis horas en cada órbita. Cada imagen se compone de tres imágenes. La diferencia entre cada una de ellas es el tiempo de exposición. Al combinar las tres se tiene una vista completa de la corona.
Zhukov señala que las imágenes obtenidas con los eclipses artificiales son comparables a las que se obtienen en un eclipse solar natural. La diferencia es que se puede crear un eclipse artificial en cada órbita de 19.6 horas, mientras que los eclipses naturales ocurren una o dos veces al año. Además, los eclipses naturales duran unos minutos y Proba-3 puede extender la sombra hasta 6 horas.
Damien Galano, quien es administrador de la misión Proba-3 comenta que ahora se encuentran en la fase de puesta en marcha. Se consiguió una alineación precisa que no tiene precedentes. Agrega que las imágenes obtenidas “sin duda serán de gran valor para la comunidad científica”.