¿Qué nos lleva a apoyar algunas políticas medioambientales y a otras no? Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
16 agosto, 2025
Aunque cada vez está más presente en la agenda pública la discusión sobre el cambio climático y las formas de frenarlo, la aceptación de políticas públicas relacionadas al tema varía mucho. Como ejemplo tenemos el intento de aplicar impuestos a combustibles fósiles que fue detenido en 2018 en Francia por las protestas de los chalecos amarillos.
No es un caso aislado, otras políticas encaminadas a mejorar las condiciones ambientales han sido frenadas por falta de popularidad. En Reino Unido los barrios con tráfico controlado han enfrentado resistencia como en el caso de Exeter en 2023 cuando se intentó disminuir la contaminación del aire.
Cuando se apoya a las políticas medioambientales
Un artículo publicado recientemente por Phys.org analiza lo que entra en juego al momento de afrontar políticas encaminadas a proteger el medio ambiente. Aún cuando la causa de protección medioambiental es cada vez más fuerte, el apoyo en temas específicos no es del todo convincente.
Para comenzar se habla de la percepción. Una investigación publicada en la revista Frontiers en 2023 señala que suele percibirse menos apoyo para las causas medioambientales del que realmente existe. Por ejemplo, señala que el 73% de la población británica apoya los proyectos locales relacionados con la energía renovable. Sin embargo, los legisladores creen que este apoyo representa apenas el 16% de los electores.
Un estudio publicado en 2024 en la revista Climate Policy encuestó a más de 2 mil personas. Las preguntas giraban en torno a 12 políticas ambientales. Los temas que trataban incluían dieta, electricidad en los hogares y transporte.
Entre las preguntas había dos grandes grupos. Algunas trataban sobre medidas de “empuje” como impuestos y prohibiciones para desalentar las emisiones de carbono. El otro grupo se enfocaba en las medidas de “tracción” como subsidios y apoyo a proyectos que incentivan la reducción en el uso de carbono.
Lo que encontraron los investigadores es que las medidas de “tracción” tenían buen recibimiento. Por el contrario, las de “empuje” fueron menos populares, principalmente las que se relacionaban con la dieta.
Como ejemplos se menciona el apoyo a la construcción de edificios con bajas emisiones de carbono (con 80% de aprobación), y el rechazo a las restricciones sobre el consumo de carne (con 21% de aprobación). Los autores resaltaron que el apoyo a estas políticas no es el tema central pero sí son una forma de evaluar la percepción que se tiene de ellas.
Una de las conclusiones de aquel estudio es que la gente apoya a las políticas que considera justas y eficaces. Un detalle importante es que se comuniquen los beneficios y costos de cada una. Por otro lado, las restricciones y los impuestos se ven como poco eficaces.
En este estudio reapareció una percepción de poco apoyo por parte de las personas a las políticas climáticas. En promedio los participantes en el estudio subestimaron 18% el apoyo a políticas ambientales y sobreestimaron en 16% la oposición. Este fenómeno se conoce como “ignorancia pluralista” y hace pensar que las políticas ambientales son menos populares de lo que realmente son.
El éxito de una política ambiental no depende completamente de la aceptación o rechazo por parte de los ciudadanos; sin embargo influye para que se mantenga. Quienes apoyan este tipo de políticas podrían sentir que pertenecen a una minoría y esto provocará que hablen poco del tema, en cambio, si se reconocen como parte de una causa importante querrán mostrar públicamente su apoyo.
Que las personas apoyen o no una política ambiental también influye en las autoridades. Si reconocen que una política es popular la mantendrán. En cambio, si reconocen que no es popular la harán pensarán que no es importante y podrían desecharla.
Una pieza clave en el éxito de las políticas ambientales es que quienes las proponen expongan sus beneficios de forma clara y creíble. Si se percibe como eficaz, una política medioambiental tendrá apoyo de los ciudadanos, se hablará de ella, y así los funcionarios públicos la reconocerán como algo importante.
La forma en que se nos presentan las políticas públicas hace una gran diferencia en si serán aceptadas o no. Además de un buen diseño para hacerlas efectivas, es importante hacerle notar a la gente que serán eficaces y justas.