Por primera vez se observa la corona de un hoyo negro Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
15 septiembre, 2025
Uno de los objetos cósmicos más difíciles de observar son los agujeros negros. Gracias a una extraña alineación cósmica, un grupo internacional de investigadores logró observar los alrededores de uno.
El tamaño de la corona observada es similar al de nuestro sistema solar. Se ubica a 6 mil millones de años de la Tierra.
Una primera mirada a la corona de un hoyo negro
El nombre que se le asignó al objeto es RX J1131. Gira a una velocidad de más de la mitad de la luz. Se ubica a 6 mil millones de años luz de nuestro planeta. Su extensión es de aproximadamente 50 unidades astronómicas, algo similar a nuestro sistema solar completo.
Aunque los hoyos negros no son visibles directamente, de ahí su nombre, están rodeados de materia que si es observable. En su periferia se acumula gas y polvo a temperaturas de millones de grados. El resplandor de esta materia es lo que conocemos como cuásar y es uno de los objetos más brillantes en el universo.
Para observar la corona caliente alrededor del agujero negro se recurrió a un fenómeno astronómico que apareció para fortuna de los investigadores. Una galaxia que se ubica en el camino entre el agujero negro y nuestro planeta funcionó como lente de aumento.
La galaxia que ofreció el aumento en la intensidad de la luz se ubica a 4 mil millones de años luz de la Tierra. Sus estrellas permitieron un efecto de “doble zoom”. Gracias a eso fue posible observar el brillo de la corona del hoyo negro.
Los resultados se encuentran en el repositorio arXive.org. Se encuentra en proceso para publicación en la revista científica Astronomy & Astrophysics. Es una muestra de lo que se puede conseguir en la observación de hoyos negros pequeños que son muy pequeños para ser detectados por los mejores telescopios.
Para encontrar la corona del agujero negro se recurrió a datos del radiotelescopio Gran Conjunto Milímetro/submilímetro de Atacama (ALMA), ubicado en Chile. Ahí se reconocieron destellos en el brillo de la imagen. La galaxia ubicada frente a RX J1131 es muy masiva y su gravedad inmensa. Con esto se formaron 4 imágenes distintas debido a un fenómeno conocido como “lente gravitacional fuerte”.
Matus Rybak, quien aparece como primer firmante del estudio, recuerda que no era el objetivo principal de su investigación. Cuando el equipo notó que había algo extraño en los datos decidieron indagar.
“Ni siquiera es mi principal campo de investigación, pero se convirtió en como un proyecto mascota que seguimos persiguiendo”, recuerda al medio digital LiveScience.
De acuerdo con observaciones de 2022, entre las que hay apenas un día de diferencia, las imágenes capturadas parpadeaban de forma independiente. Si la fuente de las variaciones proviniera del agujero negro, los cambios de luz serían simultáneos.
Los investigadores notaron que algunas estrellas de la galaxia intermedia estaban funcionando como pequeños lentes. Así que aumentaban de forma independiente partes diferentes del cuásar. Estas amplificaciones independientes fueron las que produjeron las variaciones debido a que la corona era muy pequeña.
Los destellos no habrían podido observarse de ninguna forma. Después de analizar las variaciones en el brillo, los investigadores midieron de forma directa, por primera vez, la corona de un agujero negro del tamaño de nuestro sistema solar.
Además de ser la primera vez que se observa este fenómeno, es una oportunidad para explorar otras propiedades de los hoyos negros. Podría ayudar en el estudio de los campos magnéticos en los alrededores del los agujeros negros.
En estudios previos se ha notado que los campos magnéticos regulan la cantidad de gas que cae en el hoyo negro y la que es expulsada. De esta forma se controla su crecimiento a lo largo del tiempo.
Medir los campos magnéticos es complicado de forma directa. Sin embargo, los modelos teóricos sugieren que las líneas de campo magnético se relacionan con la emisión de ondas milimétricas de la corona.
Este podría ser un paso importante para comprender el crecimiento de los hoyos negros. Los investigadores planean obtener más datos de otras fuentes como el observatorio de rayos X Chandra de la NASA. Además se continuará con datos de ALMA y en un futuro el Observatorio Vera C. Rubin.