La deforestación reduce de forma importante las lluvias en el Amazonas Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
22 septiembre, 2025
Al pensar en los eventos climáticos extremos el primer culpable que solemos señalar es el cambio climático. Sin embargo, en el Amazonas hay un factor que ha tenido más influencia para que las lluvias disminuyan: la deforestación.
Un estudio publicado recientemente en la revista Nature analiza las interacciones entre el cambio climático y la deforestación en la selva tropical del Amazonas. Para llegar a sus resultados, los investigadores estudiaron 29 áreas en Brasil que pertenecen legalmente al Amazonas durante 35 años.
Riesgos para una diversidad de ecosistemas
Los investigadores describen al Amazonas como uno de los lugares en la Tierra con más diversidad de ecosistemas. Sin embargo, este territorio ha sufrido cambios en el uso de suelo, en la vegetación y los cambios en el clima han alterado las interacciones entre biosfera y atmósfera. Como resultado hay alteraciones en los ciclos de agua, carbón y energía.
El Amazonas es el bosque tropical más grande del planeta y tiene un rol principal en el sistema terrestre. Lo que ocurre ahí afecta al resto del sistema mundial. En las últimas décadas se han reconocido alteraciones en las lluvias de la región.
En este fenómeno se reconocen dos grandes factores que influyen. Por un lado está el cambio climático provocado por los gases de efecto invernadero. Por el otro, se reconoce a la deforestación local. Aunque se tienen estudios previos sobre este fenómeno, no se había cuantificado la influencia de cada uno.
Un grupo de investigadores del Instituto de Química Max Planck, en Alemania, y colegas brasileños, se dieron a la tarea de medir el impacto de cada uno de los factores en el clima regional del Amazonas. Reconocieron que durante la temporada seca la deforestación ha provocado una disminución en las precipitaciones de 21 milímetros desde 1985, esto equivale al 8%.
“La deforestación es responsable de casi el 75% de la disminución de las precipitaciones. Por lo tanto, incluso pequeños cambios en las precipitaciones durante la estación seca podrían tener un impacto desproporcionado sobre la salud de la vegetación”, explica en un comunicado Luiz Machado, quien es investigador en la Universidad de São Paulo.
La diferencia en el volúmen de lluvias durante las temporadas seca y húmeda son considerables. Durante la temporada de lluvias las precipitaciones alcanzan 1,097 milímetros, mientras que en la temporada seca se alcanzan apenas 281 milímetros.
“La deforestación es responsable de casi el 75% de la disminución de las precipitaciones. Por lo tanto, incluso pequeños cambios en las precipitaciones durante la estación seca podrían tener un impacto desproporcionado sobre la salud de la vegetación”, señala Machado.
Los investigadores indican que el clima amazónico no reacciona de forma lineal a la deforestación. La primera etapa es la más severa, esto es cuando la pérdida forestal es de entre 10% y 40% de la superficie forestal.
Además, la deforestación también aporta al aumento de la temperatura en la región. De acuerdo con el estudio esto equivale al 16% de los 2 grados Celsius que se han registrado.
El periodo de estudio va de 1985 a 2020. Los datos provienen de mediciones satelitales y atmosféricas. Para clasificar los efectos del cambio climático y de la deforestación usaron técnicas estadísticas especializadas de parametrización junto con los datos de largo plazo.
Los investigadores también realizaron proyecciones a futuro para el bosque tropical del Amazonas. La fecha establecida es 2035. De acuerdo con Christopher Pöhlker del Instituto de Química Max Planck, para esta fecha las lluvias disminuirán siete milímetros durante la temporada seca si se continúa con la tasa actual, además la temperatura se elevará 0.6 grados Celsius.
Los investigadores agregan que debido a la complejidad en las interacciones entre el cambio climático y la deforestación amazónica, no es posible establecer un límite para la región. No es posible calcular el nivel de deforestación que llevaría a un colapso a todo el bosque tropical del Amazonas.