El plan de Trump para regresar a la Luna Copiar al portapapeles
POR: Antonio Medina
14 diciembre, 2017
Hace 45 años que ningún ser humano pone un pie sobre la Luna. La última vez fue en 1972 durante la misión espacial Apolo 17, cuando el Comandante Gene Cernan se convirtió en el último hombre que pisó la superficie lunar.
Desde entonces, muchos han sido los motivos para no regresar. Entre ellos, el peligro que corren los astronautas; el costo de las misiones lunares; y el creciente interés de la raza humana por cuerpos celestes que orbitan más allá de nosotros.
Pero parece que tras estos 45 años de sequía lunar, la NASA, por mandato del Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a poner los ojos sobre la Luna.
Trump no es el primer Presidente que promete regresar a nuestro satélite. Ya lo hicieron tanto George Bush padre como hijo, pero ninguno de los dos logró cumplir sus promesas y dejaron inconclusos programas lunares que, en teoría, hubieran puesto nuevamente al hombre en la Luna antes del año 2020.
Con la llegada de Barack Obama a la presidencia, la Luna regresó a segundo término y todos los esfuerzos se concentraron en Marte.
Ahora, Trump vuelve a darle un giro al asunto y ha decidido dejar en espera a los asteroides y a Marte, y centrar todos los recursos en regresar a la Luna. Lo realmente interesante de todo, es que Trump no planea hacer esto solo con recursos públicos, pues el sector privado tendrá un papel importante en esta nueva misión.
En el mercado existen varias empresas que se frotan las manos con este nuevo plan de Trump, y es que incluso ya hoy en día hay varias empresas privadas que se mueren por explotar comercialmente la exploración espacial, incluida la lunar.
Empresas como Moon Express, SpaceX, Blue Origin o United Launch Alliance, ya tienen planes para lucrar con minerales lunares, turismo espacial y hasta aplicaciones militares.
El Tratado Internacional del Espacio Exterior, firmado en 1967, prohibe explícitamente la explotación por parte de privados de los recursos obtenidos en el espacio, pero al parecer esto no será impedimento para que suceda, y en un futuro cercano. Lo que cuadra perfectamente con el plan capitalista del gobierno de Donald Trump, quien seguramente buscará sacar provecho de la explotación de recursos lunares.
Otro de los propósitos de Trump -que dejó muy claro durante sus recientes declaraciones- es la de establecer una base permanente en nuestro satélite, la cual servirá para la posterior exploración de planetas y cuerpos celestes más lejanos. Algo que ya había sido previsto por la NASA e incluso por la ESA (Agencia Espacial Europea), que también tiene sus propios planes para regresar a la Luna e incluso colonizarla.
Muchos aseguran que además de las razones comerciales y económicas, la urgencia de prestigio como Presidente de los Estados Unidos de Trump es la verdadera impulsora de este proyecto.
Pero sean cuales sean los motivos de Donald Trump para haberse interesado en la Luna, lo cierto es que de conseguirlo, habrá que agradecerle que volvamos a pisar, e incluso habitar, nuestro hermoso satélite.