2018, a la espera de los próximos eclipses Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
1 julio, 2018
Por: Luis Moctezuma
El 21 de agosto de 2017 nos recordó la fascinación que produce un eclipse sobre quienes lo observamos. Durante cerca de 3 minutos el sol veraniego de Norteamérica se vió disminuido, en algunos puntos de Estados Unidos de forma total y en México ocurrió parcialmente.
Este tiempo fue suficiente para provocar expectación, reuniones y transmisiones especiales organizadas por instituciones dedicadas a la ciencia. Aún cuando en México se observó una ligera reducción del disco solar la emoción que esto provocó en los observadores fue inmensa.
Desde tiempos muy remotos la desaparición momentánea del sol o la luna ha provocado reacciones de todo tipo que van del miedo ante catástrofes hasta augurios políticos o religiosos. La palabra que usamos para describir este fenómeno natural viene del griego ékleipsis y significa desaparición o abandono. Mientras que el primer significado de la etimología explica lo que ocurre visualmente el segundo describe mejor la sensación que produce en muchos de nosotros.
Durante el eclipse el sol o la luna, según sea el caso, siguen ahí pero sentimos el abandono. En la antigua China se creía que un dragón o perros hambrientos atacaban al sol para comerlo y por esto se lanzaban flechas para detenerlos. En otras culturas como la India también había monstruos que atacaban al sol y en apoyo las personas se sumergían en agua hasta el cuello.
Actualmente los eclipses son una buena oportunidad para abandonarnos a la contemplación de un evento que, a pesar de los grandes avances tecnológicos, sigue estando fuera de nuestro control y quizá eso sea lo que nos fascina. Ante este panorama aparece la pregunta: ¿cuándo vendrá el próximo?
Los eclipses solares totales son los más populares pero no son los únicos. El próximo de este tipo que será visible en México ocurrirá en 2024 pero habrá muchos más durante la espera. Existen distintos tipos de eclipse tanto solar como lunar, en cada uno el espectáculo visual es distinto. La constante es que vemos una sombra ya sea sobre la luna o sobre el sol; nuestra estrella amarilla, la Tierra y la Luna se acomodan de forma que un cuerpo celeste obstruye a otro en el cielo de nuestro planeta.
Existen 3 tipos de eclipse solar. En el primero el sol se oculta completamente, se conoce como total. El que vimos el 21 de agosto fue parcial y en este caso la luna no cubre completamente el disco solar. En el eclipse anular la luna cubre al sol por el centro, de modo que se ve únicamente un anillo solar.
También hay 3 tipos de eclipse lunar. En los eclipses totales el satélite de la Tierra queda cubierto completamente por la sombra de nuestro planeta. En los parciales, queda visible una parte de la luna. Los más difíciles de notar son los eclipses penumbrales, en los que la luna recibe una sombra tenue de la Tierra, por lo que sigue viéndose pero en un tono más opaco. El próximo eclipse visible en México será lunar.
El 31 de enero de 2018 habrá un eclipse total visible en todo el país. El mejor lugar para observarlo será el norte del país, cerca de la frontera entre Baja California y los Estados Unidos. El primer mes del año obsequiará a México un eclipse lunar que en la Ciudad de México comenzará a las 4:51 am y se espera tenga su punto máximo a las 7:09 am. Para quienes disfrutan los eventos astronómicos es una buena opción para comenzar el año.
El sentimiento de abandono que da nombre a los eclipses quizá siga ahí por muchas generaciones más. Cada día conocemos mejor los eventos que ocurren fuera de nuestro planeta y tenemos una mayor precisión en el cálculo de este tipo de eventos. Encontrarnos con un eclipse ya no es un asunto de inspiración divina como los que se recuerdan en el nacimiento de Mahoma o la Muerte de Jesús; sin embargo, siguen causando expectación.
Para finalizar el primer mes de 2018 tenemos la oportunidad de apreciar un nuevo eclipse. Así que ¡ojos al cielo!