Ciudad del Cabo en riesgo de quedar sin agua potable Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
2 agosto, 2018
A partir del 12 de abril el suministro de agua en esa ciudad podría quedar restringido y sus habitantes tendrían acceso a una cantidad muy inferior al mínimo aceptado a nivel mundial.
¿Cómo se llegó a esta situación?
Ciudad del Cabo es una urbe rodeada por agua. Actualmente existen programas para recolectar agua de distintos orígenes; sin embargo, no son suficientes. La región en la que se encuentra esta ciudad pasa por una sequía de varios años. Además, el crecimiento demográfico ha sido demasiado rápido para tomar medidas preventivas en la administración de recursos hídricos.
Las lluvias de los últimos años han estado por debajo de las necesidades de dicha región. Para inicios de febrero las presas se encontraban en 28.1% de su capacidad y se calcula que en las próximas semanas podría reducir hasta 13.5%. Las proyecciones sobre el cambio climático no son alentadoras para esta ciudad ni sus alrededores; se proyecta que con el paso del tiempo se convierta en una región más seca y caliente, así lo comentó Christine Colvine quien es miembro del Fondo Mundial para la Naturaleza en Sudáfrica.
Para 2018 se estima que la población de Ciudad del Cabo es de 2.3 millones de personas. Hace apenas dos décadas la ciudad tenía casi la mitad de habitantes, en 1995 contaba con 2.4 millones. Este crecimiento exponencial puso a prueba la infraestructura de la ciudad que, en los últimos meses, ha demostrado deficiencias para suministrar agua a todos los pobladores.
¿Qué medidas se han tomado para resolverlo?
Ciudad del Cabo es un territorio con distintas realidades. Por un aparte, es un destino turístico importante, se estima que 1% de su población está conformada por turistas, según Wesgro, una agencia turística local; al mismo tiempo, es un destino importante para la migración local, no solamente de Sudáfrica, sino de países cercanos. Ante esto se han tomado medidas de control sobre el agua.
Para Helen Zille, alcaldesa de la ciudad, la población aún no es consciente de la necesidad de cuidar el agua, por lo que considera que es importante obligarlos a racionar. Al inicio de enero se limitó a 87 litros la cantidad que podría usar cada habitante. Para febrero esta cifra se redujo a 50 litros. Si la situación continúa agravándose la ración será disminuida a 25 litros y sólo se podrá adquirir en puntos de abastecimiento oficiales. Esta medida de emergencia ya tiene fecha: 12 de abril.
La temporada de lluvias en Ciudad del Cabo comienza en mayo. Con las condiciones climáticas actuales lo más probable es que no sea suficiente para cubrir las necesidades de consumo de agua de la ciudad. Aún cuando se logre racionar y lleguen las lluvias, la situación será complicada. Se explora otras formas de obtener agua para consumo humano como desalinización de agua de mar o explotación de mantos acuíferos; sin embargo, la catástrofe llegó antes que esto avanzara, la infraestructura para estos proyectos en muchos casos no ha superado el 50%.
¿Podría pasar en otra ciudad?
A nivel mundial, 4 de cada 10 personas sufren de escasez de agua según datos de la Organización Mundial de la Salud. Esta realidad no es ajena a México. Nuestra ciudad capital ha sufrido desde hace décadas la falta de agua. Aunque existen medios para transportar agua desde lugares distantes, los habitantes de la Ciudad de México lo consideran algo cotidiano. Podría culparse a la mala administración o a la falta de visión a largo plazo de los gobiernos locales, sin embargo es algo que pasa a nivel mundial.
Grandes capitales del mundo como Londres, El Cairo o Moscú preven problemas con el suministro de agua en pocos años. Las dos primeras se preparan para enfrentar la falta de agua en 2025, mientras que en la capital rusa se estima para este momento que entre el 35 y el 60% de sus reservas de agua no cumplen con los estándares sanitarios para consumo humano. La contaminación de ríos, lagos y otras fuentes de agua dulce es un problema a nivel global y Sudáfrica es un adelanto de lo que veremos en el resto del mundo si no se toman medidas drásticas para proteger el agua.