Los dinosaurios más grandes se formaron mucho antes de lo que pensábamos Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
7 septiembre, 2018
Por: Luis Moctezuma
La historia se está reescribiendo constantemente. La versión más popular sobre el momento en que los dinosaurios se volvieron gigantes y dominaron el planeta, dice que fue en el Jurásico. Este periodo, famoso por la serie de películas de Parque Jurásico, comenzó aproximadamente hace 201 millones de años; sin embargo, en Argentina se encontraron restos de un gigante que vivió mucho antes de eso.
Ingentia prima y su gigantismo adelantado
Crédito: JORGE A. GONZÁLEZ
Su nombre significa “Primera inmensa” y esto se debe a que muestra el primer organismo de gran tamaño en una época en que los dinosaurios aún eran pequeños. La forma en que funcionaba su organismo es distinta a lo que vino después y a lo que había existido antes. Esto hace pensar que se trató de un primer intento evolutivo de crecimiento en los dinosaurios que se descartó para otras especies posteriores.
Dentro de su cuerpo había contenedores de aire, a esto se le ha visto distintas ventajas; por una parte regulaban su temperatura que de no ser por estos compartimientos se habría vuelto insoportable. Además con estas bolsas de aire integradas, su tamaño era mucho mayor a su peso. Este sistema era distinto al que se reconoce en gigantes posteriores que para aligerar la carga de su cuerpo tenían huesos huecos.
A diferencia de otros animales, su crecimiento no era progresivo sino que se daba por temporadas. Al igual que las plantas, Ingentia Prima crecía sólo en algunos momentos del año: primavera y verano. Durante este par de estaciones la comida es más abundante, hay más luz y el periodo de actividad es mayor. En este tiempo su organismo crecía hasta dos o tres veces más rápido que cualquier otro saurópodo.
Una consecuencia de su gran tamaño fue que comenzó a desplazarse en cuatro patas, a diferencia de sus contemporáneos bípedos. Parte de sus cambios orgánicos incluyó perder las falanges en sus patas delanteras. Tampoco tenía brazos columnares, lo que limitaba su movimiento. Con esto se restringieron únicamente a caminar con ellas. Quizá podían mantenerse en dos patas por un momento, pero no pasaría de ser un movimiento temporal.
El descubrimiento de un gigante
Argentina siempre ha sido escenario para historias de gigantes. Desde los viajes de Magallanes se habían hecho relatos sobre los pobladores gigantes de la Patagonia. Aunque aquellos pobladores originales de la patagonia no pasaban de 2 metros, las excavaciones y estudios paleontológicos han mostrado que efectivamente esa zona tuvo pobladores gigantes mucho antes que apareciéramos los seres humanos.
En Balde de Leyes, parte de la provincia de San Juan, en Argentina, se encontraron los primeros indicios de Ingentia Prima. En este territorio cercano a la frontera con Chile se realizan excavaciones desde el año 2000. Los paleontólogos que trabajan en esa zona están acostumbrados a los restos de dinosaurios pequeños, apenas del tamaño de un perro mediano, cuando mucho de 10 kilogramos de peso. En aquella ocasión se trató de una especie de casi 8 metros de largo y casi 10 toneladas.
Diego Avelín, el técnico del museo que encontró por primera vez los huesos pensó que se trataba de una vaca. Después de la observación cuidadosa de los otros integrantes del equipo se reconoció que no era una vaca sino un dinosaurio. Desde entonces comenzó la recuperación y análisis de los restos. Fue hasta el 9 de julio de 2018 que se publicaron los resultados en una revista científica y con esto se oficializó el descubrimiento.
Fue Nature Ecology & Evolution la encargada de presentar el artículo coordinado por la Paleontóloga Cecilia Apaldetti. Se trata de una especie que vivió en el Triásico, mucho antes que aparecieran los dinosaurios gigantes a los que estamos acostumbrados. Lo que demuestran los estudios hechos sobre Ingentia Prima es que su organismo es muy diferente a lo que se desarrolló posteriormente en dinosaurios gigantes.
Este gigante vivió aproximadamente hace 205 o 210 millones de años, cuando nuestro planeta estaba conformado por una sola tierra continental llamada Pangea. Algo curioso en su nombre es que está en femenino. Se eligió así porque suele darse prioridad a los nombres masculinos y los participantes en la investigación sobre Ingentia prima querían hacer notar la presencia de las hembras, aunque no se ha reconocido el sexo del espécimen.