El cambio climático está afectando también a las mariposas Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
14 julio, 2019
Las mariposas son observadas constantemente por los seres humanos. Además de ser atractivas cumplen una función en el ecosistema y son cada vez menos. Los programas de monitoreo sobre estos insectos nos permiten conocer el estado de los entornos naturales. A diferencia de otras especies, los lepidópteros coexisten con el ser humano sin grandes conflictos. Sin embargo, el hecho de que les tengamos aprecio no evita que el ecosistema se vuelva cada vez más hostil para su existencia. Un equipo de investigadores estadounidenses analizó la presencia de mariposas en Ohio durante 2 décadas, sus conclusiones se publicaron recientemente en la revista científica Plos One.
Menos mariposas para un entorno cambiante
Los investigadores estudiaron a 81 especies entre 1996 y 2016. Se consideraron diferentes factores para los cambios en el número de mariposas, los más significativos fueron: cambios en el clima, degradación del hábitat y prácticas en la agricultura. No todas las especies tuvieron el mismo impacto, mientras que en algunas se notaron cambios importantes, en otras fueron mínimos.
Durante el periodo analizado se redujo en 33% la población de mariposas. En promedio, cada año se perdió 2% de ellas. De las especies a las que se les dió seguimiento fueron 3 veces más las que tuvieron bajas que las que mostraron un crecimiento. El estilo de vida y la ubicación fueron factores importantes en los cambios poblacionales de los lepidópteros.
Las pobladoras de las regiones al norte fueron las más afectadas. Una de las características de estas especies es que tienen menos generaciones al año, además están adaptadas a climas fríos. En estos grupos se notó una reducción más rápida que en otras; sin embargo, no fueron las únicas. En las especies invasoras relacionadas con entornos transformados por el ser humano también se registraron bajas significativas. Las especies comunes no quedan fuera de la lista con pérdidas.
En algunos casos el impacto del cambio climático fue mínimo. 40 de las especies que formaron parte del estudio no mostraron una tendencia clara a la baja o alza en sus poblaciones. Aún cuando se trata de casi la mitad de las especies analizadas, el promedio general no fue alentador.
Para el estudio se recopilaron datos de más de 24 mil registros sobre estos insectos. Tyson Wepprich, director de la investigación mencionó que la elección de las mariposas fue "porque es más fácil monitorear mariposas que otros insectos —a mucha gente le gustan las mariposas y disfrutan darles seguimiento— las mariposas tienden a ser la mejor fuente de información para estudiar la abundancia de insectos, sus incrementos y reducciones". Las mariposas por sí mismas son importantes y nos permiten conocer un panorama más amplio sobre la biodiversidad.
Las mariposas participan en el ecosistema de distintas formas. Por una parte son polinizadores que propician la reproducción de distintas plantas. Al mismo tiempo sirven como alimento a aves y otros consumidores. Por nuestra parte, los seres humanos solemos apreciarlas estéticamente.
Un ecosistema es un entramado complejo en el que participan distintas especies. Las mariposas son sólo una parte pero su estudio nos permite conocer las dimensiones de la pérdida en biodiversidad. El estudio publicado por Plos One es el más riguroso realizado en Norteamérica sobre mariposas. Con esta muestra de lo que pasa en Ohio podemos darnos una idea del estado actual de nuestro continente en cuanto a las mariposas. Desde México las cifras pueden cambiar pero no está de más preguntarnos: ¿cuántas mariposas hemos visto en el último año?