Científicos encuentran un mundo de galaxias ocultas que reescribe lo que sabemos del Universo Copiar al portapapeles
POR: Deyanira Almazán
7 agosto, 2019
Saber lo que sucedió en el pasado es sumamente difícil. Si se trata de un pasado de 13,700 millones de años lo es todavía más. Pero un grupo de astrónomos ha descubierto un tesoro de galaxias antiguas previamente desconocidas. Se trata de un descubrimiento que desafía el conocimiento actual del universo, incluyendo lo que sabemos de agujeros negros y materia oscura.
Utilizando múltiples telescopios para mirar al espacio y retroceder en el tiempo, un equipo de investigadores del Instituto de Astronomía de la Universidad de Tokio descubrió una población oculta de grandes galaxias que datan de cuando el universo tenía menos de 2 mil millones de años y que son invisibles para el ojo humano e incluso para los telescopios ópticos como el Hubble.
Si estas galaxias fueran visibles para los humanos, abrumarían nuestra visión de los cielos, dijeron los investigadores en el comunicado de prensa. Pero los humanos nunca podremos ver estas galaxias directamente, debido a su distancia de la Tierra y al tipo de luz que producen. De hecho, los telescopios ópticos como el Hubble tampoco podrían verlas, pues ven aproximadamente los mismos tipos de luz que nuestros ojos.
Entonces ¿cómo las encontraron?
Pero los investigadores no se dieron por vencidos, así que recurrieron primero a los datos recopilados por el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA, identificando 63 objetos previamente desconocidos.
Como el equipo no pudo distinguir qué eran esos objetos, recurrieron al telescopio ALMA (Atacama Large Millimeter / submillimeter Array), que es ideal para ver objetos en longitudes de onda submilimétricas, y gracias a este identificaron que 39 de los objetos eran galaxias masivas, cada una de las cuales producía un gran número de estrellas, el equivalente a 1,000 de nuestros soles cada año.
¿Qué significa el hallazgo?
Este hallazgo es fascinante, pues significa que los científicos prácticamente miraron al pasado y observaron cómo estaba el universo en sus primeros 2 mil millones de años.
Si bien los científicos estaban convencidos de que descubrirían estas galaxias, y que a medida que envejecen deberían convertirse en galaxias elípticas masivas como las que vemos más cerca de la Vía Láctea, no sabían que encontrarían 10 veces más de estas galaxias jóvenes, lo que cambia también lo que sabemos de los agujeros negros y de la materia oscura.
“Cuanto más masiva es una galaxia, más masivo es el agujero negro supermasivo en su corazón. Entonces, el estudio de estas galaxias y su evolución nos dirá más sobre la evolución de los agujeros negros supermasivos también”, dijo el profesor Kotaro Kohno, investigador involucrado en el estudio.
Pero no solo son los agujeros negros, las galaxias masivas también están íntimamente conectadas con la distribución de materia oscura. En particular, este hallazgo sugiere que las estimaciones actuales de la cantidad de materia oscura en el universo podrían estar equivocadas, ya que esas estimaciones hacen improbable que aparezcan tantos objetos primitivos tan grandes en la vida del universo.
Para seguir conociendo más de estas galaxias, los investigadores confían en el telescopio espacial James Webb, que puede observar objetos que para el Hubble son imposibles. Estas observaciones podrían ayudar a los científicos a actualizar sus teorías sobre los primeros días del universo.