Las reservas de agua subterránea en el África Subsahariana resisten al cambio climático Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
11 agosto, 2019
Ahora que la temperatura sube y el clima cambia, las condiciones de vida son cada vez más extremas. Para el continente africano la situación no ha sido fácil. A inicios del año pasado Ciudad de Cabo, en Sudáfrica, se preparaba para su día cero, aquel en que ya no tendría más agua. La situación para esta metrópoli mejoró finalmente pero el resto del continente que vio nacer a nuestra especie sigue padeciendo el cambio climático. Un grupo de 32 científicos africanos decidió evaluar las condiciones de los depósitos subterráneos del líquido. Los resultados se publicaron recientemente en la revista Nature.
Agua subterránea: un aliado para la subsistencia africana
Con las condiciones climáticas actuales los eventos extremos son más comunes. Por una parte tenemos lluvias más intensas, que provocan inundaciones. En contraste, las sequías también se agudizan. El continente africano vive ambas situaciones. Un equipo de investigadores dirigido por el Doctor Mark O. Cuthbert, del Departamento de Geografía del University College of London, se enfocó en el subsuelo subsahariano a partir de datos de varias décadas.
1 de cada 3 habitantes de esta región del mundo no tiene acceso al agua potable. Esto lo convierte en un asunto prioritario ya que la población sigue creciendo. Al respecto el Profesor Richard Taylor, quien participó en el estudio, comenta que “el agua subterránea brinda un camino potencial para un incremento sostenible en el agua dulce necesaria para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU número 2 (cero hambre) y 6 (agua potable para todos)”.
Una parte importante del estudio consiste en analizar el proceso mediante el que se recargan las reservas de agua subterránea. Al respecto, el mismo profesor Taylor agrega que: “nuestro estudio revela, por primera vez, cómo el clima juega un rol dominante controlando el proceso en que el agua se almacena. Este conocimiento mejorado es crítico para producir estrategias confiables de proyección y adaptación al impacto del cambio climático”. Entre sus resultados se detallan las dinámicas de alimentación de los almacenes hídricos subterráneos.
La dinámica de absorción de agua es distinta en regiones húmedas y secas. En las primeras, la lluvia se absorbe inmediatamente, la variación en este caso es de apenas 5%. Para las regiones secas el proceso es más complicado, aquí las precipitaciones alcanzan un promedio de 10 milímetros por día o menos. En el caso de áreas secas, la absorción del agua subterránea se da por fugas en cuerpos de agua efímeros como arroyos y estanques.
En los modelos previos que explican el proceso de filtración de agua a depósitos subterráneos en la región se había dejado de lado a las zonas secas. Los depósitos superficiales de corta duración no habían sido considerados como proveedores de agua a los depósitos subterráneos. El estudio hecho por el Doctor Cuthbert y sus colegas muestra que estos depósitos momentáneos de agua son una fuente importante para abastecer a los subterráneos en áreas secas.
Mientras algunas partes del África subsahariana reciben agua en grandes cantidades mediante las lluvias, otras dependen de las lluvias ocasionales y las filtraciones que estas ofrecen. Aunque pareciera que hay un desequilibrio enorme entre ambos, los resultados del equipo de investigadores británicos muestra que las áreas secas están almacenando agua subterránea. Esta puede convertirse en una fuente importante de abastecimiento para consumo humano; sin embargo, es importante conocer a detalle los procesos de filtración para no agotarlas inmediatamente.
La conclusión del Doctor Cuthbert es una invitación a conocer y aprovechar estos depósitos subterráneos. “El conocimiento del proceso de reposición puede llevar a estrategias para mejorar el suministro de agua subterránea. En terrenos secos, donde los depósitos de agua subterránea son frecuentemente la única fuente perdurable de agua dulce, tales estrategias pueden promover el aprovechamiento de la predictibilidad en las lluvias intensas e inundaciones para generar agua subterránea”.