Técnica de reconocimiento facial puede predecir el granizo Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
20 agosto, 2019
En los últimos años hemos visto mejoras en los sistemas de reconocimiento facial. Aunque parezca una tecnología que no va más allá de un rato de ocio en que nos visualizamos con orejas de perro o cambiamos nuestro rostro al de un amigo, sus alcances son mucho mayores. Un grupo de investigadores del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR, por sus siglas en inglés), en Colorado, Estados Unidos, decidió crear un procedimiento que parte de la misma base pero no reconoce rostros. Su intención es encontrar las características típicas de una nube de granizo.
¿Preparar el paraguas o refugiarse?
El granizo es un problema serio para distintas poblaciones. Para los agricultores puede ser motivo de pérdidas fuertes. En las ciudades es capaz de provocar colapsos como los que vimos este verano en Guadalajara, la capital de Jalisco. Predecir el momento en que caerá granizo no es fácil, se reconocen algunas características típicas como la presión debajo y sobre la nube o la dirección del viento pero no existe certeza sobre una futura caída de granizo. De ahí que la inteligencia artificial aparezca como una aliada en este sentido.
Los métodos de predicción climática actuales permiten observar una parte de la estructura de una tormenta. De esta forma es difícil reconocer si hay probabilidad de granizo o no. De ahí que un mecanismo que sea capaz de analizar grandes cantidades de información sea útil. Aquí aparecen las redes neuronales de la inteligencia artificial. Gracias a ellas no se requiere un modelo de gran tamaño repleto de variables.
El sistema recolecta mucha información, la organiza y posteriormente clasifica. Así como una app de reconocimiento facial es capaz de encontrar detalles como ojos, boca y nariz, las redes neuronales permiten buscar coincidencias entre muchos tipos distintos de nubes y clasificar a las que producen granizo. El director de la investigación fue David John Gagne. Él y su equipo entrenaron a sus sistema de predicción climática a partir de información que ya tenían en el NCAR.
El nombre de redes neuronales no es gratuito. Al igual que en nuestro cerebro la información se va acumulando y después se relaciona. En este caso se usaron imágenes para que la inteligencia artificial hiciera el análisis. Para que las redes neuronales comenzaran a reconocer nubes de granizo se les mostró imágenes de ellas en condiciones diferentes. No todas eran de granizo, así que su tarea fue encontrar patrones que no serían fáciles de reconocer para un investigador humano.
Para la predicción se usaron algunas variables ya reconocidas en otros modelos. El equipo de investigadores consideró información sobre temperatura, presión, velocidad y dirección del viento. Estos datos, junto con las imágenes de nubes de tormenta se usaron para el aprendizaje del sistema. A través de simulaciones computacionales fue desarrollando su capacidad para predecir si en una tormenta aparecería o no granizo. Después del entrenamiento el sistema fue capaz de predecir la aparición de granizo y sus dimensiones.
Ya con resultados del entrenamiento vino un momento de análisis. Para comprender la forma en que el sistema informático predijo la presencia de granizo se hizo una revisión hacia atrás en su proceso de análisis. Se reconoció los aspectos más importantes y se comparó con el modelo utilizado tradicionalmente en el NCAR. Entre los resultados se menciona que una presión menor al promedio cerca de la superficie y mayor cerca de la cima de la tormenta aumenta la probabilidad de granizo. Una tormenta circular también tiene más posibilidades de lanzar granizo. Incluso la dirección del viento mostró una tendencia dependiendo de si estaba debajo o encima.
Una tecnología aparentemente común puede hacer una gran diferencia con los ajustes adecuados. Por ahora el reconocimiento facial es una utilidad que divierte a personas en todo el mundo pero además tiene la capacidad de predecir fenómenos meteorológicos con consecuencias graves. Aún se trata de un sistema en desarrollo pero promete dar información oportuna sobre el tipo de tormenta al que nos enfrentamos. Además de hacerte pasar un rato divertido la inteligencia artificial podría ayudarte a decidir si vale la pena sacar el paraguas o es mejor esperar en un lugar seguro.