Científicos listos para devolver a la vida a los rinocerontes blancos del norte Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
13 septiembre, 2019
En marzo del 2018 murió Sudán el último rinoceronte blanco macho del norte. Desde entonces las esperanzas para recuperar esta especie no se han perdido. Aún cuando las dos hembras sobrevivientes de la especie han demostrado ser incapaces de embarazarse para prolongar la especie, la ciencia está colaborando para conseguirlo. La reproducción in vitro ya había sido propuesta y este miércoles 11 de septiembre se anunció en una conferencia de prensa en Italia que ya hay embriones listos.
A la espera de madres sustitutas
“Hoy logramos un importante hito en un camino rocoso que nos ha llevado a planear los pasos futuros en el programa de rescate del rinoceronte blanco del norte”, afirmó Thomas Hildebrandt, director del proyecto de BioRescate en el Instituto Leibniz para Investigación Zoológica y de la Vida Silvestre. Aún no es seguro que esta especie se salve de la extinción pero se ha dado un gran paso.
En este momento se tiene un par de embriones en los Laboratorios Cremona, en Italia. Para conseguirlos se recolectaron óvulos de las dos hembras sobrevivientes: Najin y Fatu. Ambas viven en Ol Pejeta Conservacy, un espacio de conservación silvestre en Kenia. Para el proceso de experimentación, las muestras fueron trasladadas hasta los laboratorios.
Se tomaron 5 óvulos inmaduros de cada una. Ellos se mezclaron con muestras de semen de machos que murieron hace tiempo. Se utilizó un método común en la fertilización in vitro llamado: inyección de esperma intracitoplásmica. Los óvulos de Fatu fueron inyectados con esperma congelado de un macho llamado Suni. Por su parte, los de Najin recibieron el esperma de menor calidad de otro macho llamado Saut.
Los embriones tardaron 10 días en desarrollarse y se tuvo éxito con dos de ellos. Ambos embriones provienen de la combinación de óvulos de Fatu y esperma de Suni. El proceso de investigación para conseguir estos embriones no es reciente. “Hace cinco años, la producción de embriones de rinoceronte blanco del norte se veía como una meta inalcanzable, y hoy la tenemos”, mencionó Jan Stejskal, del Zoológico Dvůr Králové en República Checa donde nacieron Fatu y Najin.
Después de conseguir estos embriones, lo que sigue es colocarlos en madres sustitutas. Debido al pequeño número de rinocerontes blancos del norte hembras se recurrirá a otra especie: los rinocerontes blancos del sur. Por ahora se conservan en nitrógeno líquido hasta que llegue el momento de colocarlos en las madres sustitutas.
Una especie al borde de la extinción y en vías de ser recuperada
Los rinocerontes son una presa deseada por los cazadores. Sus cuernos son apreciados en el mercado negro, principalmente en Asia. En 1973, cuando nació Sudán, existían cerca de 700 rinocerontes blancos del norte. Después de su muerte sobrevivieron únicamente 2 hembras, que se mantienen hasta hoy. Los rinocerontes blancos del sur también son presas de la caza ilegal pero su población es más grande, se estima que sobreviven 21 mil ejemplares. De entre estos últimos se tomará a las madres sustitutas.
Se espera que en los próximos dos años nazca el primer rinoceronte blanco del norte in vitro. Aún cuando esto ocurra no se habrá ganado la batalla contra la extinción. La diversidad genética será mínima y los científicos tendrán otros retos para conservar a una especie capaz de sobrevivir. Se estima que tomará al menos otra década desarrollar la tecnología para que sea posible crear embriones a partir de otros tejidos como la piel y así ampliar la variedad genética. Queda un largo camino pero ya se ha dado un paso importante.