Para que un planeta sea habitable hay que considerar el magnetismo estelar, sugiere investigación Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
5 noviembre, 2019
Que un exoplaneta esté en zona habitable no quiere decir que aloje vida. Hace falta tomar en cuenta otro factor importante: el magnetismo.
En la búsqueda de exoplanetas se considera, principalmente, el tamaño y la cercanía con sus estrellas. El tamaño nos dice si cumple con las condiciones de gravedad y tipo de atmósfera, y la distancia a su estrella indica si la temperatura es adecuada para que exista agua y vida como la conocemos. Pero eso no es todo, un estudio publicado recientemente por The Astrophysical Journal considera una variante que podría alterar las otras condiciones y complicar la presencia de vida.
Magnetismo, otra pieza en el rompecabezas
La influencia magnética del Sol en nuestro planeta es fuerte. Uno de los mayores temores sobre las telecomunicaciones es que fácilmente se alteran ante su magnetismo. Sin embargo, nuestra tecnología actual de observación astronómica no permite reconocer campos magnéticos a grandes distancias; la masa de la estrella nos da un indicio, pero del planeta no tenemos información.
El equipo dirigido por Alison O. Farris, del Departamento de Física y Astronomía de la Universidad de Rice, ideó un método para resolver esta limitación. Realizaron un modelo de flujo de transporte a partir de observaciones estelares previas. Tomando como base el número de Rossby definieron el rango de actividad estelar en escalas de tiempo. Esto les permitió analizar el ambiente asterosférico de los exoplanetas.
Se realizó una simulación con estrellas de características distintas a las de nuestro Sol. A partir del modelo que se diseñó para esta investigación se estudió la influencia que cada estrella tendría sobre los planetas que conocemos en sus alrededores. Los resultados no son tan alentadores cuando se consideró al magnetismo.
El estudio se enfocó en estrellas conocidas como Ross 128, Proxima Centauri y TRAPPIST 1, estrellas de menor tamaño que los soles de los exoplanetas conocidos. Por los métodos de búsqueda de exoplanetas con que contamos actualmente, se reconocen aquellos que orbitan muy cerca de sus estrellas. En algunos la temperatura sería ideal para que exista agua líquida, pero al considerar la influencia magnética el panorama es distinto. Están tan cerca que sus atmósferas serían incapaces de protegerlos de la radiación.
"Dependiendo de dónde se encuentre dentro del campo magnético extendido de la estrella, se estima que algunos de estos exoplanetas de zonas habitables podrían perder sus atmósferas en tan solo 100 millones de años", afirmó David Alexander, asesor de la investigación. Con este periodo tan corto nuestras fantasías de encontrar condiciones para la vida se verían truncadas. En nuestro planeta el desarrollo de organismos vivos ha tomado mucho más que eso y las alteraciones en el ambiente han traído consigo extinciones masivas, mucho menores que lo que provocaría una exposición directa a la radiación solar.
Como no tenemos información sobre si los exoplanetas cuentan con atmósferas como la nuestra lo que queda es definir el impacto del magnetismo externo. Al estar cerca de sus respectivas estrellas los exoplanetas se ven expuestos a grandes cantidades de radiación. De esta forma perderían rápidamente sus atmósferas y el proceso evolutivo de la vida se cortaría muy rápido. Los investigadores analizaron distintos exoplanetas con su modelo y aunque se tienen algunos candidatos en donde la influencia magnética no es tan intensa, evitaron dar expectativas prometedoras.
La búsqueda de planetas con condiciones similares al nuestro seguirá. Por el momento se rastrea aquellos que tengan el tamaño adecuado para ser rocosos, una distancia adecuada para albergar agua y para escapar de los efectos nocivos del magnetismo de sus estrellas.