China prepara Chang’e 5, la sonda lunar que visitará una región inexplorada Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
20 enero, 2020
2019 comenzó con la llegada de Chang’e 4 a la Luna y ya se prepara a su sucesora. Durante el año pasado la misión lunar china se dedicó a conseguir avances científicos hasta entonces inimaginables. Experimentos como la germinación de semillas y el desarrollo de plantas cambiaron nuestra forma de comprender a nuestro satélite natural. Después de esta sonda, que además rompió el récord de permanencia en la superficie lunar, se prepara a una que traerá muestras después de casi 4 décadas.
Chang’e 5 y los planes chinos para la luna
El objetivo de la próxima sonda lunar china es visitar una región que hasta ahora no ha sido explorada por ningún astronauta o vehículo espacial. El Oceanus Procellarum es una planicie amplia que se ubica al oeste de la luna. Chang’e 5 aterrizará al noroeste de esta zona después de volar por docenas de días.
El encargado de dar el anuncio fue Peng Jing, representante en jefe de diseño de la sonda Chang’e en la Academia China de Tecnología Espacial. Su lanzamiento está programado para el último trimestre de este año. Saldrá al espacio desde el Centro de Lanzamiento Espacial Wenchang, en la provincia de Hainan. El lanzamiento será a bordo de un cohete Larga Marcha 5, el más grande y poderoso que tiene la flota de aquella nación.
Entre los objetivos de la nación está traer de regreso a la Tierra fragmentos del suelo lunar. Esto es algo que no se ha hecho en más de 4 décadas y convertiría a China en la tercera nación que recolecta rocas lunares, después de Estados Unidos y Rusia. Para conseguirlo se hizo un diseño más sofisticado y complejo que las misiones previas.
La sonda consta de 4 componentes. El dispositivo en su totalidad alcanza las 8.2 toneladas métricas y consiste en un módulo orbital, uno de aterrizaje, uno de ascenso y otro de regreso. Una vez que la sonda llegue a su órbita lunar, se dividirá en dos partes, una con dirección a la superficie de la Luna (que incluye a los módulos de aterrizaje y ascenso), y otra que se mantendrá en órbita (con los módulos orbital y de regreso).
Después de un suave descenso los módulos con dirección a la superficie comenzarán su trabajo. Con ayuda de un brazo mecánico se recolectarán rocas y cuando el paquete esté listo el módulo de ascenso las llevará de nuevo a órbita. Ahí se hará un puente entre los módulos para que el módulo de regreso guarde las rocas y vuelva a la Tierra.
Se espera que el cargamento de rocas lunares sea de al menos 1 kilogramo. En el mejor de los casos, será capaz de traer más de 2 kilogramos de material para su análisis. Las rocas lunares ayudarán a conocer la historia geológica de nuestro satélite. “Este lugar de aterrizaje se eligió en particular porque nunca ha sido alcanzado por humanos ni rovers y por eso los científicos están interesados en su historia geológica”, afirmó Peng Jing.
Las rocas lunares son de gran valor para la comunidad científica. “Las muestras serán distribuidas a científicos para investigar temas que incluyen la composición física de la Luna, características geológicas y estructuras superficiales, que en consecuencia nos ayudarán a entender la evolución de la Luna”, explicó Peng. Esto abrirá el camino para los planes a futuro de exploración Lunar.
Al hablar de los planes a futuro, Peng mencionó la propuesta de establecer un puesto de avanzada científica en la Luna. Tanto científicos como ingenieros coinciden en que serán necesarias 2 o 3 misiones más antes de conseguirlo. Ahí podrían permanecer astronautas por periodos breves para realizar experimentos y explorar la factibilidad de visitas de larga duración.
El programa espacial chino es ambicioso. Ya hemos visto su capacidad para enviar misiones de forma exitosa a la superficie lunar y permanecer ahí por mucho tiempo. Después de varias décadas de olvido, la Luna es un objetivo para las grandes potencias económicas. A finales de 2020 veremos partir a la nueva sonda lunar china, apenas un año después de ver los logros de su predecesora. La carrera espacial vuelve a tomar fuerza y lo podemos ver en primera fila.