Voyager 2 está a punto de perder comunicación con la Tierra Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
21 marzo, 2020
Durante sus casi 47 años de servicio la Voyager 2 ha mantenido un camino constante que la aleja de la Tierra. En unos meses quedará incomunicada, ya que la antena terrestre encargada de enviarle comandos entrará en fase de mantenimiento. Durante casi 11 meses la sonda espacial que ahora viaja en el espacio interestelar quedará sola en el espacio, con la posibilidad de enviar mensajes, pero no de recibirlos; algo así como si E.T., hubiera quedado varado en el espacio con millones de kilómetros de distancia con el Elliot más cercano.
Un silencio programado
La antena DSS-43, nombre corto de Deep Space Station 43 (Estación de Espacio Profundo 43), se ubica en Canberra, Australia. Es la única en la Tierra capaz de enviar comandos a la Voyager 2. Su plato de 70 metros requiere mantenimiento. No será la primera vez que esto ocurra, su diseño original era más pequeño (de 64 metros de diámetro) y fue modificado en 1984. Para lograr las actualizaciones necesarias se requiere casi un año de trabajo.
La DSS-43 ha funcionado cerca de medio siglo. El mantenimiento es indispensable para que su hardware siga funcionando. Mientras esto ocurre otras antenas del Complejo de Comunicaciones del Espacio Profundo de Canberra (CDSCC, por sus siglas en inglés) seguirán recibiendo las señales que envíe la Voyager 2. La limitación en este caso es que no podrán enviar información a la sonda espacial, en caso de ser necesario.
El periodo de mantenimiento de la DSS-43 terminará a finales de enero del 2021. Mientras tanto Voyager 2 navegará por el espacio interestelar en modo silencioso para conservar la mayor cantidad de energía posible. Idealmente no pasará nada fuera de lo normal durante este periodo silencioso.
“Pusimos a la nave en un estado en que todo debería estar bien, asumiendo que todo seguirá normal mientras la antena está apagada”, explicó Suzanne Dodd, directora del proyecto Voyager en el Laboratorio de Propulsión Jet de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA). “Si las cosas no van normalmente –que siempre es una posibilidad, especialmente con una nave envejecida– entonces la protección de fallas a bordo podrá encargarse de la situación”, agregó.
Actualmente la sonda espacial Voyager 2 se encuentra a 17 mil millones de kilómetros de la Tierra. A esa distancia un pequeño error de comunicación sería fatal. De ahí que sea tan importante la actualización de la DSS-43. Una vez que esté rehabilitada reforzará su comunicación con la Voyager 2 y estará lista para otras misiones. Por ahora se tiene en mente a las próximas expediciones marcianas.
Apenas en enero de este año la comunicación con la Voyager 2 tuvo problemas. Tras una maniobra programada el 25 de enero los sistemas fallaron. Fue necesaria una acción de 34 horas, donde el viaje en instrucciones de ida y vuelta tomaba 17 horas cada una. Los sistemas regresaron a su funcionamiento normal finalmente.
Las gemelas Voyager viajan más allá de nuestro sistema solar. En sus poco más de 4 décadas de funcionamiento nos han enviado información de gran valor para comprender el universo. Detener la comunicación por 11 meses es un riesgo, pero una vez que la actualización en la antena DSS-43 esté terminada, los beneficios serán amplios. Ya no será únicamente el puente con la Voyager 2, además será capaz de comunicarse con otros dispositivos que explorarán el espacio en el futuro.