Una nueva explicación para los misteriosos neutrinos detectados por ANITA Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
11 junio, 2020
Hace unas semanas se volvió viral la historia de unos neutrinos que hicieron fantasear a muchos con universos paralelos. Recientemente la revista científica Annals of Glaciology publicó un artículo que da una nueva explicación. La propuesta en este caso incluye a la superficie antártica y su capacidad de reflejar a estas partículas microscópicas provenientes del espacio.
Un suelo adecuado para rebotar
La Antena Antártica de Impulso Transitivo, mejor conocida por sus siglas (ANITA), es un globo experimental diseñado para captar señales de radio. Estas se originan por rayos cósmicos y neutrinos de alta energía. Tradicionalmente se les clasifica con base en la polarización y las inversiones de fase de la señal de radio. La propuesta de este nuevo estudio es que la inversión de fase no es un criterio suficiente para definir si la dirección en las partículas es de arriba a abajo o de abajo a arriba.
El título del artículo es “Reflecciones en los eventos anómalos de ANITA: la superficie Antártica como una posible explicación”. El primer firmante es Ian M. Shoemaker, profesor asistente en el Departamento de Física en el Centro de Física de Neutrinos del Tecnológico de Virginia, en Estados Unidos. Las anomalías a las que se refiere el artículo son las mismas que hace unas semanas se volvieron populares por una interpretación errónea que apuntaba a universos paralelos donde el tiempo corre al revés.
Las mediciones en las que aparecían las anomalías se hicieron entre 2016 y 2018. El globo desde el que se reconoció estas anomalías volaba a 23 millas sobre la superficie de la Antártida, equivalentes a 37 kilómetros. Las formas en que se crean los neutrinos son muchas e incluyen fenómenos como explosión de estrellas o estallidos de rayos gamma. Son tan pequeñas que serían capaces de atravesar objetos, de ahí surgió la duda sobre la forma en que llegaron a donde ANITA los reconoció.
Las explicaciones que dió el equipo que opera ANITA fueron varias y algunas muy ambiciosas en el campo científico. Entre ellas estaba que los neutrinos no encontraron resistencia para atravesar por completo la Tierra atravesando su núcleo y salieron por el polo opuesto. También se consideró un nuevo tipo de neutrino estéril. La materia oscura y su influencia también fue parte de las posibles explicaciones. También se mencionó que estaría proponiendo una nueva forma de entender la física y pondría en duda el modelo estándar. Para Shoemaker y sus colaboradores la explicación es mucho más sencilla.
Para los investigadores de este nuevo estudio, lo que se observó no fueron neutrinos, sino la reflexión de rayos cósmicos de energía ultra alta. Estos habrían atravesado la capa superior de hielo para entrar en contacto con el suelo antártico. De ahí habrían rebotado nuevamente hacia la superficie. “Lo que sea que encontró ANITA es muy interesante, pero no puede ser el descubrimiento de una partícula para ganar el premio Nobel”, comentó Shoemaker en un comunicado publicado por el Tecnológico de Virginia.
La explicación que dan Shoemaker y sus colaboradores incluye una distribución de hielo en la Antártida que aún no conocemos correctamente. “Creemos que el culpable es el firn bajo la superficie”, menciona el investigador. “Firn es algo entre nieve y hielo glaciar. Es nieve compacta que no es lo suficientemente densa para ser hielo. Esto lleva a que haya inversiones de densidad con rangos que van de la alta a la baja intensidad, y estos tipos cruciales de interfaces es donde pudo ocurrir la reflexión y explicaría estos eventos”, agregó.
En términos sencillos, un hielo, que no es suficientemente denso fue el que provocó las mediciones, lo que sugiere la existencia de lagos. La existencia de lagos subglaciares solucionaría el misterio de las mediciones hechas por ANITA. De ser así, su presencia sería mucho mayor a lo que se cree actualmente. No sería un gran descubrimiento para la física de partículas pero sí para quienes estudian la superficie del continente helado.
2 años después de concluida la investigación original, las mediciones de ANITA siguen provocando distintas explicaciones. Algo queda claro: sabemos muy poco sobre la Antártida y es necesario explorarla más a fondo. Si Shoemaker y sus colaboradores están en lo correcto, es necesario explorar las profundidades antárticas para encontrar los lagos debajo del hielo superficial y comprender mejor lo que ahí pasa.