Cambroraster falcatus fue un gran depredador hace 500 millones de años Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
13 julio, 2020
Durante el periodo Cámbrico la vida comenzaba a dispersarse en todas las direcciones posibles. En ese periodo donde comenzaron muchos de los linajes que se mantienen hasta hoy también aparecieron depredadores y Cambroraster falcatus fue uno de ellos. Con su tamaño de 1 pie, equivalente a unos 30.48 centímetros, fue un gigante para su época. Cuando se descubrió en 2014 en Burgess Shale, Canadá, nadie imaginó que se convertiría en una pieza clave para comprender la evolución de la vida en el cámbrico.
Un ejemplo de evolución hace millones de años
Al pensar en grandes depredadores del pasado la primera imagen que nos viene a la mente a muchos son los dinosaurios. Mucho antes de ellos hubo otros organismos que, dentro de su mundo, fueron grandes devoradores. Este es el caso de Cambroraster falcatus, que tuvo un organismo adaptado para obtener grandes cantidades de alimento del fondo marino.
Al momento de su descubrimiento, en 2014, se le guardó con el alias de “nave espacial”. En comparación con otros organismos fosilizados en Burgess Shale su cuerpo era enorme. La mayoría de las especies que quedaron atrapadas en este depósito apenas alcanzan el tamaño de un dedo pequeño. Con en paso de los años se fueron recolectando nuevos ejemplares y comenzó a comprenderse la importancia de este ser para su entorno.
Si quisiéramos compararlo con un ser vivo actual sería parecido a un cangrejo herradura. Su cabeza es muy grande y acorazada, mientras su cuerpo pequeño. Cambroraster falcatus se clasifica como un radiodonto y esta forma lo hace distinto a los otros miembros conocidos del grupo. Se cree que esta forma le ayudó en el arado del suelo, de donde obtenía a sus presas.
Su diseño anatómico le permitía obtener grandes cantidades de alimento. Contaba con garras en forma de rastrillos, su boca era redonda y similar a una rebanada de piña al frente de su cabeza. Debió pasar mucho tiempo sobre el lodo para atrapar presas. Para atraparlas usaba sus garras espinosas que las llevaban directamente a la boca; así lo explica Joseph Moysiuk, Paleontólogo del Museo Real de Ontario y primer autor del artículo que describe a esta especie.
Los radiodontos se caracterizaron por sus bocas redondas llenas de dientes. La forma en que cada uno obtenía su alimento es distinta y nos habla de la diversidad evolutiva aún en un periodo temprano de la vida en nuestro planeta. De entre ellos el más conocido es Anomalocaris que tenía un cuerpo delgado y alargado, lo que le permitía nadar para atrapar a sus presas. Entre los integrantes de este grupo también hubo otros que se alimentaban de columnas de algas en la superficie marina. Cada uno de forma distinta jugaba un rol importante en el ecosistema que vivió.
Después de su descubrimiento fueron apareciendo muchos muchos fósiles de Cambroraster falcatus. Burgess Shale, es rico en fósiles cámbricos. Existen varias teorías sobre cómo alcanzó ese nivel de conservación. Moysiuk resalta que el punto importante es que eventos oceánicos como avalanchas de lodo debieron cubrir a una gran cantidad de seres vivos que quedaron aislados del contacto con el aire, de esta forma no tuvieron contacto con microbios u otros organismos que descompusieran sus tejidos.
El nombre Cambroraster falcatus tiene dos orígenes. Por una parte Cambroraster hace referencia al periodo Cámbrico en que vivió y a la forma de sus garras (del latín raster). Por otro lado, la idea de la nave espacial se conservó y la segunda parte de su nombre es una referencia al vehículo que perteneció a Han Solo, el Millenium Falcon, que llevó a ese falcatus.
Además de la forma peculiar y el nombre de ciencia ficción, los restos de esta especie nos muestran que la evolución ya era compleja cuando la vida apenas comenzaba en nuestro planeta.
Artículo: The Royal Society Publishing
Fuentes: PopScience; Phys.org