Cuento espacial: Un viaje de aventura Copiar al portapapeles

Por: Mauricio Soriano Arellano, 7 años, Estado de México.

Un día tres astronautas tenían una misión para ir a la luna. El cohete despegó sin problemas y la nave había empezado su viaje, cuando…¡uno de los tanques de oxigeno de su módulo de servicio explotó! El módulo de mando y el compartimento principal de la nave quedaron inutilizados, y los tres astronautas que iban abordo, el comandante Lovell y los pilotoso Swigert y Haise, tuvieron que refugiarse en el módulo lunar como un improvisado bote salvavidas.

Aterrizar en la Luna iba a ser imposible, pero regresar a la Tierra tampoco era tarea fácil. La nave tendría que dar la vuelta a la Luna y usar la fuerza de gravedad del satélite para darse impulso de vuelta a la Tierra.

El viaje de ida y vuelta a la Luna iba a durar 4 días y los suministros del módulo lunar solo iban a durar dos. Así que los astronautas y el equipo de control de la misión tuvieron que improvisar y usar el equipo que llevaban a bordo para sobrevivir. Había que conseguir calor y agua, e incluso aire para respirar y encender motores para seguir la nueva trayectoria… ¡Todo en la nave era muy difícil!

Con gran ingenio los astronautas fueron resolviendo los problemas uno a uno. Dieron la vuelta a la Luna, tomaron fotos de sus cara oculta, y así regresar finalmente a la órbita de la Tierra. Ahí abandonaron el módulo lunar y usaron la cápsula del módulo de mando para descender a la superficie, cayendo sobre el mar en el Océano Pacífico, donde los rescataron rápidamente. Los tres astronautas sobrevivieron sanos y salvos a su peligroso viaje. El comandante declaró que lo único que sentía era no haber conseguido pisar la Luna.

Fin.