La Tierra registra temperaturas cada vez más altas Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
31 agosto, 2020
El domingo 17 de agosto de 2020 los termómetros en el Valle de la Muerte, California, registraron la temperatura más alta de la que se tiene registro confiable: 54.4°C. Esta temperatura representa un récord histórico pero también una advertencia del clima que podemos esperar en los próximos años. La Tierra ya ha vivido periodos calientes antes y quienes niegan el cambio climático se escudan en los ciclos naturales; sin embargo, el periodo que vivimos actualmente debería ser frío. Nuestras actividades como especie han provocado que el planeta vuelva a temperaturas similares a las de hace millones de años cuando apenas comenzaba la era de los mamíferos.
¿Un día normal para quién?
De acuerdo al Servicio Nacional de Meteorología estadounidense (NWS, por sus siglas en inglés) la temperatura récord se registró en la localidad de Furnace Creek a las 3:41 de la tarde. La humedad fue de 7% y de acuerdo al meteorólogo Daniel Berc la sensación térmica fue “tremendamente calurosa” a pesar de una humedad baja. Este especialista trabaja en la oficina de Las Vegas, Nevada, del NWS y comentó al diario El país que fue “literalmente, como estar en un horno”.
Oficialmente han existido temperaturas más elevadas en el Valle de la Muerte. En 1913 se registraron 56.7°C, sin embargo algunos meteorólogos creen que se trata de un error en la medición. Es una cifra oficial pero los registros humanos de temperatura tienen poco tiempo, comparados con la edad de la Tierra. Si buscamos momentos en que estos niveles de calor tengan equivalentes hay que ir mucho más atrás en la historia de la Tierra.
Hace 50 millones de años, en el Eoceno temprano, la temperatura promedio era apenas 5.6°C más elevada que la actual. En aquella época los polos no tenían hielo, por el contrario era posible encontrar ahí palmeras y cocodrilos. Los océanos en regiones tropicales tenían temperaturas de 35°C, similar a un baño de vapor.
Quizá parezca que el Eoceno temprano no es un punto tan extremo de la historia, los mamíferos comenzaban a poblar la Tierra y cada vez eran más grandes. Sin embargo, para encontrar temperaturas similares a las del Valle de la muerte hace unos días es necesario ir más atrás en la historia terrestre.
Hace 92 millones de años ocurría el invernadero del Cretácico. La temperatura promedio en la superficie era de 29.4°C. En aquella época el polo sur tenía el clima adecuado para una selva tropical. Podemos ir más atrás, a la frontera entre el período Pérmico y el Triásico, en ese entonces la temperatura promedio era de 32.2°C, de acuerdo a la reconstrucción de la Institución Smithsoniana. En este cambio de eras geológicas se dio la extinción más grande de la historia.
Sobre los periodos anteriores no hay datos científicos, no obstante estos nos sirven como referencia para imaginar cómo era el mundo antes y los niveles que pudo alcanzar nuestro planeta. Si quisiéramos ubicar el 17 de agosto de 2020 en el Valle de la Muerte en el pasado el momento y lugar adecuados sería el interior seco del supercontinente Pangea hace varios millones de años, ahí habría sido un día normal.
Si algo tienen en común los períodos calientes de la Tierra es la alta concentración de gases de efecto invernadero. Las causas han sido distintas: erupciones volcánicas que liberan dióxido de carbono, burbujeo de metano desde el fondo oceánico y ahora actividades productivas humanas. La quema de combustibles fósiles para obtener energía está liberando cantidades de dióxido de carbono que no se habían visto en 65 millones de años desde la extinción de los dinosaurios.
De acuerdo a Michael Wehner, investigador de climas extremos en el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, el incremento de las temperaturas depende de la cantidad y el periodo en que sigamos emitiendo dióxido de carbono. El especialista comentó a National Geographic que para el final del siglo XXI las temperaturas en el Valle de la muerte podrían alcanzar los 62°C. De seguir el ritmo de producción de gases de efecto invernadero, los días normales sobre la Tierra comenzarán a parecerse a los de hace millones de años, antes que nuestra especie apareciera, con todos los riesgos que eso incluye para nuestra supervivencia.