Microalgas dan resultados alentadores para producir energía limpia Copiar al portapapeles

El hidrógeno usado como combustible es eficiente y limpio. Sin embargo, producirlo no es un proceso sencillo ni amable con el ambiente.

Un grupo de investigadores encontró en las microalgas una fuente potencial para producir hidrógeno de una forma más eficiente y con mejores resultados para el cuidado ambiental. Gracias a un nuevo método se consigue hidrógeno produciendo menos gases de efecto invernadero que con los sistemas actuales.

Un viejo recurso con un nuevo método

Hasta ahora la práctica más eficiente para obtener hidrógeno es a partir del vapor reformado de metano. El equipo de investigadores, conformado por integrantes de la Universidades de Monash y el Instituto Hindú de Tecnología, propone un método basado en la volatilización reactiva flash (RFV). El RFV es una tecnología de gasificación que produce hidrógeno a partir de microalgas de una forma más limpia.

Con el método RFV se producen 36% menos gases de efecto invernadero que el vapor reformado de metano. Si se compara con otros métodos para obtener energía a través de recursos naturales ese margen aumenta. Por ejemplo, las emisiones de carbón se reducen 87% en comparación con las plantas hidroeléctricas.

Actualmente la producción de microalgas no es suficiente para satisfacer su demanda comercial. Sin embargo, su producción puede traer distintos beneficios, tanto ambientales y tecnológicos como económicos. Los investigadores afirman que los cultivos de microalgas para fines de producción energética serían una alternativa accesible para las comunidades rurales y les permitiría alcanzar la autosuficiencia.

“El hidrógeno y el metano son fuentes de combustible y síntesis química verde sólo si se producen a partir de recursos renovables. Actualmente, el 96% del hidrógeno y todo el metano se producen usando recursos no-renovables”, explica Akshat Tanksale, quien es Profesor Asociado de la Universidad de Monash y participó en el estudio.

Las microalgas presentan varias ventajas como recurso para obtener hidrógeno. “Las microalgas como materia prima son atractivas debido a su gran eficiencia en la fijación de dióxido de carbono, ritmo de crecimiento, eficiencia fotosintética, habilidad para crecer en agua salobre –como ríos o lagos–  y la habilidad de ser cultivadas en tierra que no es apta para la agricultura”, agrega el investigador.

Las microalgas ya se utilizan para producir energía pero con el cambio de método los resultados mejoran. Con el uso de RFV las microalgas alcanzan rangos de 550 a 650 grados Celsius, para esto se usa vapor como agente gasificante. De esta forma se elimina un paso que sí requieren los métodos usados actualmente: la deshidratación o secado de las microalgas, con esto se reduce el consumo energético al producirlas.

Otra de las ventajas es su costo. El rango de producción de hidrógeno se estima en 1,240 kilogramos por hora a partir de 12,800 kilogramos de microalgas. Con este nuevo método el costo de un kilo de hidrógeno es de apenas 10 dólares. Los investigadores calculan que con este precio el periodo para recuperar la inversión inicial será de apenas 3.78 años con un margen de 22% de tasa interna de rendimiento.

Las energías limpias encuentran cada vez más espacios. Han pasado de ser una fantasía hace unas décadas a convertirse en una realidad actualmente. Cada vez se desarrollan métodos más eficientes que generan beneficios ambientales y económicos.

Desde el sur de Asia se propone retomar a las microalgas con un nuevo método para producir energía que provoque un daño ambiental menor a lo que tenemos hoy.