El Arca de Noe lunar, un respaldo de todas las especies de la Tierra Copiar al portapapeles
POR: Antonio Medina
17 marzo, 2021
Uno de los pasajes de la biblia más famosos y conocidos es el del arca de Noé (no, no se vayan aún, esta sí es una nota científica). Aquel en el cual, Noé construye un arca monumental para salvar a una pareja de cada especie del gran diluvio que se avecina. Pues ahora se intentará replicar esta idea, pero con una especie de “Arca lunar”.
Este proyecto, que el pasado 7 de marzo fue presentado por un grupo de científicos en la Conferencia Aeroespacial del Instituto de Ingeniería Eléctrico y Electrónico (IEEE por sus siglas en inglés), propone crear una especie de banco genético en los túneles de lava inactivos que existen en la Luna, protegiéndolos de cualquier amenaza que pueda terminar con la vida en nuestro planeta.
Dentro de los túneles se almacenarán semillas, esporas, espermatozoides y óvulos congelados criogénicamente de 6.7 millones de especies.
“Existe una fuerte interconexión entre nosotros y la Naturaleza”, dijo Jekan Thanga, líder del proyecto y cabeza del Laboratorio de Exploración Robótica Espacial y Terrestre (SpaceTREx) de la Universidad de Arizona, quien considera que la especie humana tiene la responsabilidad de ser guardiana y preservadora de la biodiversidad que existe en la Tierra.
Por esta razón comenzó con este proyecto que pretende hacer un respaldo de todas las especies animales, vegetales y fúngicas.
Una labor titánica
En total se calcula que existan alrededor de 6.7 millones de especies conocidas de animales, plantas y hongos en nuestro planeta. Si el proyecto logra recolectar muestras genéticas de cada una de estas, necesitaría un aproximado de 250 lanzamientos espaciales para poder transportar todo el material genético hasta la Luna.
Thanga ha reconocido que se trata de una labor titánica y que por el momento la tecnología necesaria para llevar a cabo esta misión no existe, pero que espera que se desarrolle en los próximos 30 años, suficiente para la recolección de muestras y para realizar los preparativos necesarios.
Este no es el primer intento de la humanidad por salvaguardar la biodiversidad del planeta. El Banco Mundial de Semillas de Svalbard o la “Bóveda del fin del mundo”, como también es conocida, es la mayor reserva de muestras genéticas de especies vegetales del mundo y en más de una ocasión se han utilizado sus muestras para reintroducir algunas plantas en hábitats naturales.
Sin embargo, esta bóveda no resuelve todos los problemas, ya que al ubicarse en el círculo polar ártico se encuentra bajo amenaza de desaparecer por la subida en los niveles marinos o por algún desastre natural que pudiera tener lugar en la región. Además, claro, de la obviedad de que solo contiene muestras vegetales, dejando fuera al reino animal, por lo que, en caso de una extinción masiva, solo podríamos recuperar las especies vegetales.
Probablemente aún falten décadas para que se comiencen a construir las bases de este proyecto, pero sin duda es una gran idea que nos daría algo así como una vida extra dentro en un videojuego, para que en caso de cualquier eventualidad o cataclismo, tengamos la oportunidad de no empezar desde cero.